Los hervidores son imprescindibles en mi casa porque se hacen muchas infusiones. Tengo varios, uno de ellos es el Braun WK 600. Lo uso una barbaridad por lo rápido que es.
Su potencia es de 2200 watios y su capacidad de 1,7 litros. A mí me llega de sobra para preparar el agua que necesito para los tés cuando viene mi suegra a merendar.
También lo uso para preparar el agua para el café instantáneo. Es mucho más rápido que otros hervidores. Te vale hasta para calentar el agua de los biberones de los niños.
Otra ventaja que destacaría es lo seguro que resulta. Se te apaga solo. No pasa nada si te olvidas de apagarlo.
Yo lo pongo siempre sobre la encimera de la cocina. No me la estropea nada gracias a la base antideslizante que tiene.
Su diseño se integra perfectamente en la decoración de mi cocina. Es moderno, de color metalizado, con un soporte en el que se coloca sin problemas y una asa ergonómica.
Yo lo encuentro muy funcional. Abre de sobra para que le metas el agua que necesitas. No tienes que llenarlo. Yo sólo le meto más o menos el agua que voy a necesitar para las infusiones.
La desventaja del Braun WK 600 es su precio. Me costó 105 euros. Lo compré porque me encantaba su diseño. Me parecía perfecto para integrarse en la decoración de mi cocina. No me arrepiento de comprado porque da unos resultados muy buenos. Lo tengo más que amortizado. No esperaba que me saliera malo siendo Braun. Esta marca no suele decepcionarme.