Un hotel que está muy céntrico en Badajoz es el Condedu, pero es demasiado sencillo para mi gusto.
La primera habitación que nos dieron tenía dos camas gemelas unidas por una mesilla de noche y con unos cabeceros que parecían los respaldos de los bancos de los jardines. Le pedimos que nos la cambiaran. La segunda habitación mejoró bastante, sobre todo cuando le quitaron una litera estilo militar que tenía en una esquina. Querían dejarla para que durmieran allí mis hijas. Les dije que nada de eso. Prefería pagar una habitación a mayores para las niñas. Mis hijas no dormían en aquella litera estilo militar ni de broma.
La habitación era muy sencilla. Tenía una mesa a modo de mesa escritorio que casi daba miedo apoyarse en ella. Como decía mi marido, si le ponías encima todos los periódicos que compro yo a lo largo de la semana se nos venía abajo.
El armario era mínimo y sin puertas. Todo muy práctico. Te levantabas y ya veías la ropa colgada.
La cama, en esta segunda habitación, carecía de cabecero. La habían arrimado a una pared revestida de madera.
La misma sencillez encontrabas en el cuarto de baño, un tanto antiguo por cierto. No me gustaron los azulejos. Más que azulejos aquello parecían un mosaico pared arriba. Los sanitarios se veían muy usados, cosa que detesto.
Lo mejor del Hotel Condedu es su ubicación en pleno centro histórico de Badajoz. Es un hotel tranquilo porque está rodeado de calles peatonales. No oyes ningún ruido de tráfico. Sólo por eso merece la pena alojarse en él.
Es un hotel ideal para hacer turismo por Badajoz. Nosotros aprovechamos para acercarnos a Portugal también. La frontera te queda a unos seis kilómetros.