Yo creo que este es el monumento con más fama de España y se la ha ganado a pulso. Desde luego si no es el más famoso si es el más visitado y es que con dos semanas de antelación ya no pudimos conseguir entradas por internet, así que al final nos tocó pagar la dichosa visita guiada, casi 3 veces más cara que la entrada normal.
Aun así, no me arrepiento y es que los 39 euros los doy por bien empleados. Nadie debe ir a Granada y no ver la Alhambra. No es un simple monumento, sino un conjunto arquitectónico completo que sorprende por su estupendo estado de conservación y por lo que significa. Es la belleza hecha piedra, jardín o estanque.
Lo primero de todo daros un consejo. En cuanto sepáis que vais a Granada comprad la entrada. Son 14 euros y os garantizáis que no os pase como a nosotros ni tener que hacer cola en la taquilla.
Lo que limita la entrada es la visita a los Palacios Nazaríes, que es donde más gente se concentra. Es donde está el Patio de los Naranjos con la famosa escultura de los leones. Es algo que merece su tiempo, pero con la visita guiada te llevan casi corriendo y es que hay un montón de salas con mucha historia grabada en sus paredes. Cada grabado te parece más bonito que el anterior y merece la pena detenerse a contemplarlo. Por eso desaconsejo la visita guiada pues apenas te da tiempo a hacer fotos y ya el guía pasa a otro recinto.
La Alhambra es bastante grande, lleva calzado cómodo pues hay que andar, pero se te hará corto pues siempre vas a estar viendo cosas.
Dentro de la Alhambra hay un Parador, en lo que antes era un convento. Gracias a ir con Guía nos permitieron colarnos un poquito, pero también podéis tomar algo en la cafetería y veréis lo mismo.
También hay una tienda para comprar bebidas y bocadillos. La visita merece un día completo, aunque realmente la entrada sólo sea de medio día, así que o bien lleváis algo de comida o podéis comprarlo allí.
Nosotros no nos quedamos pues llovía a cántaros. De hecho, la visita a los jardines del Generalife la hicimos sin guía pues nuestro grupo estaba harto de mojarse y prefirieron marcharse. Craso error. A pesar de la lluvia los jardines son una preciosidad y el edificio que visitas en esa zona tiene un patio que es lo más bonito que he visto nunca.
Desde luego, es una visita que pienso repetir con buen tiempo y me he quedado con ganas de ver el atardecer en la Alhambra. Para mi próxima visita.