Una cuando tiene hambre come cualquier cosa, hasta estas barritas para picar entre horas que tanto le gustan a mi chico y que yo compro para él. Me refiero a las Kellogg's Special K Biscuits Moments Strawberry.
Son unas barritas más finas que las de la competencia. Esto hace que me resulten menos pesadas en el estómago. No son más que una galleta rellena de mermelada de fresa decorada con chocolate blanco. Me resultan un poco empalagosas por el relleno. Yo como una y tengo de sobra.
La desventaja principal que les encuentro es, pues, su dulzor excesivo para mi gusto. Son muy dulzonas. Otra desventaja es su precio.
Las venden en cajas de cartón con envasados de dos en dos en su interior. Está bien este envasado dual porque no tienes que llevarte toda la caja si las llevas al trabajo. Pillas un paquetito de dos galletas y tienes de sobra para quitarte el hambre de media mañana.
No son baratas. La caja trae diez barritas o galletas y cuestan 1,99 euros. Piensas en el precio y no repites galleta. Te quedas en una y ya.
Las empecé a comprar por la marca. Las sigo comprando porque le encantan a mi chico. Prefiero que se quite el hambre con las Kellogg's Special K Biscuits Moments Strawberry porque no engordan tanto como las galletas con azúcar que hay en todas las casas.