El secador Wella Blizzer pronto subió para el trastero de mi casa. Era tan sencillo que no nadie lo utilizaba. Lo tuve un tiempo en el cuarto de baño porque lo usaba mi padre cuando venía a casa. Mi padre siempre fue a lo fácil en todo y este secador es tan fácil de usar que vale hasta para un niño. Es fácil de usar porque no tiene ninguna prestación que merezca la pena. Ni siquiera puedes ponerle aire caliente.
No se podía esperar mucho de él dado su precio barato. Sólo me costó 6 euros. Una ganga que me acabó saliendo cara, como suele ocurrir con la mayoría de las gangas, sobre todo en pequeños electrodomésticos.
Yo lo compré por lo barato que era. Su diseño nunca me gustó. Es feo a más no poder. Como dice mi suegra, es un secador de hombres.
Su mayor ventaja es que no pesa casi nada. Puedes tenerlo en la mano durante horas sin que notes el menor cansancio. He dicho bien: horas. Te lleva un montón de tiempo secarte el pelo con él. Es lentísimo. Tanto da que lo pongas en la velocidad que echa más aire como en la velocidad que echa menos.
No os lo recomiendo ni os lo dejo de recomendar. Si quieres llevarte tu propio secador cuando vas de viaje, me parece perfecto el Wella Blizzer por el poco espacio que ocupa en la maleta. Es cierto que es bastante más lento que otros secadores, pero en vacaciones una tienen tiempo para secarse el pelo.