Afortunadamente, cada vez más marcas están sacando leches sin lactosa para que las personas que somos intolerantes a la lactosa podamos consumir leche. Una de las que más me gusta es la Puleva Leche sin Lactosa.
Se trata de una leche entera que yo uso muchas veces para hacer croquetas. Salen deliciosas. Ni te enteras de que han sido preparadas con leche sin lactosa. Mi marido las come sin protestar, cosa que no hace cuando las hago con otras leches sin lactosa de la competencia.
Los ingredientes de esta leche son: Leche entera de vaca, Lactasa, Vitaminas E, A, B9 (ácido fólico ) y Vitamina D.
La venden en bricks de cartón de 1 litro. Su precio es razonable. El último cartón que compré me costó 0,99 euros.
Me gusta el envase. Es un brick de toda la vida, pero cierra con un tapón de rosa, lo cual es mucho más higiénico y conserva mejor la leche que esos cartones a los que tienes que cortarles una esquina y te quedan abiertos en la nevera.
La única diferencia que le encuentro a esta leche sin lactosa es que es más líquida que la leche entera con lactosa de Puleva. El sabor es el miso.
Es una leche que me sienta muy bien. Lo mismo le pasa a mis hijas, que también son intolerantes a la lactosa igual que servidora. Yo la estoy comprando mucho. Como os decía no sólo la uso para los desayunos sino también para hacer croquetas y bechameles. Es una leche estupenda y está muy bien de precio teniendo en cuenta que las leches sin lactosa las venden más caras todas las marcas.