La Escuela Saltamontes está en Collado Mediano, en plena Sierra de Madrid. Es una escuela para niños de 3 a 6 años. Yo la conocí porque allí llevan sus dos hijos unos amigos nuestros y están muy contentos con las enseñanzas que les imparten.
A mí no me convence mucho. Los niños están durante cuatro horas la intemperie, jugando en el monte. Los acompañan unos monitores que supervisan sus juegos. Eso te da cierta tranquilad porque al menos sabes que no se van a perder entre los pinos.
Los hijos de nuestros amigos nunca cogieron un catarro. dice su madre que cuando llueve o hace mucho frío los meten en un espacio cubierto que tienen para los días en los que el tiempo no permite jugar por el monte. Ni así me convence. Mis hijas se morirían de frío correteando por los bosques de la Sierra madrileña. No aguantan ni los días de senderismo a los que nos arrastra mi marido de vez en cuando.
Este tipo de escuelas en el bosque no son una novedad. En Alemania hay más de 100 bosque escuelas. Son escuelas al aire libre que allí están homologadas.
En España estas escuela no están homologadas por el currículum que tienen: juego libre y actividades espontáneas al aire libre. Tampoco conseguirán nunca la homologación por carecer de las instalaciones que marca la ley. En estas escuelas los niños no aprenden lectura, matemáticas y otras asignaturas de manera tradicional. Reciben los conocimientos de manera espontánea. Esto implica que lleguen al colegio con menos conocimientos curriculares que tienen los niños de siete años que han asistido desde los tres años a un colegio normal y corriente. ¿Es una desventaja? Mi amiga dice que no. Para ella es más importante que sus hijos tengan una gran fortaleza emocional. Los conocimientos en matemáticas y lengua tienen tiempo, dice, a adquirirlos en el colegio a partir de los siete años.
Yo no recomiendo estas bosque escuelas ni las dejo de recomendar. Para mis hijas, desde luego, no valen.