El Hotel Ibis Alicante está en la Avenida de Elche, 114, a casi cinco kilómetros del centro de la ciudad. Es un hotel perfecto para alojarte cerca del aeropuerto, pero no para hacer turismo de compras, y menos si no llevas coche. Este hotel queda en medio de la nada.
Yo me alojé ola. Quería un hotel próximo al aeropuerto y barato. Justo lo que ofrece el Ibis Alicante. Es un hotel sencillo, limpio, sin lujos.
El hotel no resultó nada ruidoso. Yo temí ano poder dormir en toda la noche porque estaba rodeado de carreteras. Afortunadamente, no se oía nada de tráfico. Pude dormir muy bien en una cama bastante cómoda de una habitación pequeña. Hubiera preferido una habitación más grande. Menos me gustó el cuarto de baño. Los sanitarios parecía un saldo de Ikea, el secador de pelo no funcionaba. Me lo cambiaron, pero el nuevo que me trajeron iba más lento que una procesión en Semana Santa. Para más inri los suelos eran de moqueta. La moqueta siempre me dio asco por limpia que la tengan.
De moqueta también eran los suelos de los pasillos. Deberían quitarla, sobre todo en los pasillos porque se veía gastada y daba una mala imagen del hotel.
Lo que iba bien era la conexión wi fi de mi habitación. No me cobraron extra. Tampoco me cobraron por el parking.
Ahí quedaban las ventajas de este hotel. Cuando baje a desayunar encontré una gran desventaja en un desayuno de todo a cien. Era un desayuno de bollería industrial contada, zumos de cartón de mala calidad y café que sabía a rayos.