Nosotros fuimos a comer varias veces al Restaurante La Lonja, Sanlúcar de Barrameda, pero no creo que volvamos porque los vendedores ambulantes te dan la cena. Son agobiantes.
Es una pena porque el restaurante queda justo enfrente del Parque Nacional de Doñana, y era uno de nuestros restaurantes favoritos para comer algo después de pasa unas horas en el parque con las niñas.
Los pedigüeños ya empiezan a molestarte cuando llegas al parking. Parece que hay que darles un euro a los gorrillas por no hacer nada. Te encuentras tú misma el sitio para dejar el coche y vienen a pedirte una monedita.
Nosotros solíamos comer en la terraza del restaurante. Desde allí tienes unas vistas estupendas del mar. Mejores son todavía las vistas desde el comedor de la planta de arriba del restaurante, pero yo prefiero quedarme en la terraza porque es más grande.
En este restaurante se come muy bien. Tiene arroces para compartir, con bogavante, con cigalas, con carabineros y en grandes cantidades. Te dan para toda la familia de sobra.
Hay gran variedad de mariscos y pescados, todos ellos muy frescos y pescados en la zona. Os recomiendo las mariscadas enormes y los pescados al horno, que están deliciosos, o a la brasa para compartir. Huelen que enamoran.
También están muy buenas las papas aliñás y las ensaladas. ¿Y qué decir de la sopa de marisco, el gazpacho y oras cremas frías? Te chupas los dedos.
Lo que no hay en este restaurante son carnes. Todo lo que tienen en carne se reduce a embutidos del montón.
Lo que están muy bien son los postres caseros para elegir en oco variedades. Lo mismo puedo decir de los vinos. Tienen una carta de vinos no muy extensa pero más que suficiente.
La mayor desventaja que le encuentro al Restaurante La Lonja, Sanlúcar de Barrameda, es la cantidad de vendedores ambulantes que te molestan mientras estás comiendo en la terraza. Mi marido decía que nos veían cara de millonarios. Pues, estaban muy equivocados: somos una familia en crisis que se gana la vida como puede, pero sin molestar a los demás como hacen ellos con tanto sombrero, pañuelos y bisuterías que te ofrecen.