Menuda manía tienen las marcas de llamar con un mismo nombre a sus fragancias. Supongo que es porque comparte notas de olor o para aprovechar la fama de la antecesora, pero en este caso, Modern Muse y Modern Muse Chic parecen compartir sólo el nombre y el formato del frasco.
Por lo demás, el olor es totalmente diferente. Mientras la primera me resulta muy agradable, Modern Muse Chic me recuerda a las bolsitas perfumadas que usaba mi abuela para los cajones. Al echarla te invade un aroma floral empalagoso que no me gusta ni para las abuelas. He de reconocer que a mi sólo me gustan las colonias frescas, sin rastro de flores. Es normal que esta no me guste, pero es que creo que resulta excesiva incluso para quieres gusten de llevar un jardín encima.
Entre sus notas está el jazmín, los nardos y los lirios, flores que se caracterizan por su intenso olor y que quedan claramente marcadas en la fragancia.
Modern Muse Chic también lleva maderas y ciruela, que termina de intensificar todos esos aromas.
Para mi, una fragancia excesivamente floral, incluso en los días más fríos del invierno. No me gusta ir oliendo como si hubieran abierto la puerta de una floristería. Es más, es un olor que me da dolor de cabeza.
Un punto a su favor, siempre y cuando te guste el olor. Dura mucho, muchísimo, para mi demasiado, menudo pestazo.