El Hotel Meliá Buenos Aires es un hotel que está bien para alojarte con la familia porque tienen unas habitaciones grandes que son como una habitación y el salón de mi casa juntos. Nosotros estuvimos con las niñas y no tuvimos problemas de espacio.
La habitación estaba decorada en tonos cremas y blancos. cortinas crema, colcha en blanco y marrón clarito, unas mesillas estilo pasado de moda a juego con el cabecero de la cama y el escritorio. El armario era grande. Nos cupo toda la ropa bien colgada.
La conexión wi fi iba como una moto, pero te la cobraban. Sólo te podías conectar a la Red de Redes gratis en una zona común donde había tres ordenadores que estaban siempre ocupados. Nosotros acabamos pagando el extra. No podemos vivir sin nuestro correo electrónico.
Me gustó la piscina. Tenían un Spa con piscina climatizada, hidromasaje, una buena sauna, un completo gimnasio con todas las máquinas imaginables para moverte y adelgazar. También te daban masajes y tratamientos de belleza, pagando, claro. En este hotel gratis no te dan ni los buenos días.
Os lo recomiendo. El Hotel Meliá Buenos Aires está en el centro de la capital argentina. Te queda muy bien para ir de tiendas.
Lo mejor del hotel fue el desayuno. Te ponían todo tipo de productos de pastelería artesana, buena fruta de temporada, un surtido de fiambres y quesos que le quitó el hambre a mi chico para un mes. También puedes darte un desayuno calentito en la zona caliente, donde encuentras huevos revueltos, panceta bien pasada, patatas,panes recién horneados. Mis hijas tuvieron sus cereales y yogures como en casa. Si desayunabas todo lo que te ponían en el buffet no necesitabas comer el resto del día. Yo me llevé los frutos secos en el bolso para picar entre horas. Las bebidas del desayuno también estaban muy buenas:jugos naturales, leche descremada, leche entera y agua natural.