Albarracín es un pueblecito situado en la provincia de Teruel, a 40 kilómetros de la capital, que puede parecer poco pero hay un largo tramo de curvas y la carretera es de doble sentido, así que preparaos para pasar un largo rato en camino, pero ya os adelanto que os va a merecer la pena.
Es un pueblo grande si lo comparamos con los que nos podemos encontrar en la comunidad. Verlo lleva mas o menos medio día y os recomiendo una visita guiada porque si no no le sacareis partido al pueblo.
Lo mas llamativo es su muralla, muy bien conservada y sube por la colina. Arriba del todo hay una torre que servia para vigilar todos los alrededores. La guía nos dijo que se veía hasta 14 km a la redonda. Con razón que Albarracín fuera inexpugnable en su época, "nido de águilas" lo llamaban.
Como cualquier ciudad medieval que se precie tiene su plaza mayor, iglesia, catedral y muralla. Todo es chulísimo, con calles empedradas y estrechitas, lo que se agradece en los días de calor, que así hay sombra.
Me ha encantado el pueblo porque tiene de todo: Arquitectura, vistas preciosas al río y a la murallas y un montón de restaurantes y bares para reponer fuerzas tras la visita.
Aunque llegan autobuses desde Teruel, mejor ir con tu coche, al menos entre semana. Hay varios lugares para aparcar a las afueras, aunque creo que en fin de semana se quedan muy cortos.