El Parador Málaga Golf es un paraíso para los aficionados al golf. No es mi caso, pero sí es el de mi chico. Por eso hemos estado varias veces en este parador. Como tiene escuela de golf, yo aprovecho para tomar unas clases. Así no doy mucha vergüenza cuando juego con mi marido y sus amigos.
Este parador está muy bien para pasar unas vacaciones tranquilas. Tiene unas habitaciones preciosas con vistas al mar. La nuestra era enorme. No era lujosa, pero estaba muy bien con su suelo de baldosas, su terracita con las sillas y mesa, un escritorio grande, un televisor de plasma, algunos sillones... Me sentí como en mi casa. El escritorio era lo suficientemente grande como para que mi chico y yo no nos peleáramos por falta de espacio a la hora e trabajar con los portátiles.
Quedamos a comer en el restaurante del parador. Nos sirvieron una sopa de rape a la malagueña que me dejó loca. Estaba que te chupabas los dedos. También estaban muy ricas las torrijas de pan de cateto y del pescaíto frito ni os hablo. En el Parador Málaga Golf se come de lujo.
Os lo recomiendo. Yo volvería sin pensarlo dos veces. Está muy bien tanto si te gusta el golf como si te gusta menos. Mi chico alquiló los palos, carritos y demás. Está muy bien que te alquilen todo lo que necesitas para lucirte como una campeona en el campo de golf que tiene un recorrido de 18 hoyos. A mi marido le gustaron mucho los dos green de approach. A mí lo que más me gustó fue el cochecito eléctrico que alquilamos. Iba al campo sólo para subirme al cochecito. Soy como una niña.
Lo tienen todo muy limpio. Las habitaciones no son iguales. Había algunas que tenían cama de dosel. Me comentó una camarera de habitación que las que tienen cama de dosel son las que más les piden los árabes ricos.