Me regalaron hace poco el Prada Candy Eau de Parfum, un perfume que me encantó porque perdura horas y horas pegado a mi piel. Por eso compré otro frasco y casi me desmayo cuando me dijeron el precio. Es demasiado caro. Pagar 45 euros por un frasquito de 30 ml me parece un derroche de dinero.
Se trata de una una fragancia de la familia olfativa Vainilla Oriental destinada al público femenino más moderno. Fue desarrollada por Daniela Andrier, creadora de fragancias tan icónicas como las famosas Gucci Envy o Lancome Attraction. Supongo que por eso es tan caro: hay que pagar el buen hacer de la diseñadora y, sobre todo, su fama.
Las notas de este perfume son:
- Notas de salida: caramelo
- Notas corazón: notas atalcadas y almizcle.
- Notas base: vainilla y benjuí.
No sé si es porque le cogí manía al ver el precio o porque me cansé un poco dulzón, pero casi no lo pongo últimamente. Mis hijas también dicen que huele a caramelo. Creo que me van a acabar ellas el último frasco que compré. Esta es otra ventaja que le encuentro a este perfume: lo puedes compartir con tus hijas pequeñas porque casi huele como una colonia infantil.
Os lo recomiendo. Si no abusas de su uso, seguro que no te acaba cansando tanto como me está cansando a mí. La amiga que me lo regaló dice que me cansa porque lo están usando las niñas y me huele a caramelo toda la casa. Puede que tenga razón.
El Prada Candy Eau de Parfum es un perfume para mujeres jóvenes y par aniñas. No lo veo en una mujer mayor. Mi suegra se lo puso un día y parecía ridícula. Era como si fuera disfrazada de mujer loca.
En cambio, para adolescentes y mujeres muy juveniles es perfecto. No lo recomiendo para salir a cenar con tu pareja, pero sí para ir a la playa, a la compra, a buscar los críos al colegio. Es un perfume informal.