Parador de Alcañiz: un parador que fue un castillo convento
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Scarlett2000
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Acerca de:Parador de Alcañiz [Teruel]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Lo pasamos muy bien en el Parador de Alcañiz, que está en la provincia de Teruel. Es un parador que fue un castillo-monasterio en su día, pero que hoy es un alojamiento hotelero con todas las comodidades que necesitas para no echar de menos tu casa.
Mi marido eligió este parador porque le hacía ilusión alojarse en un castillo de la Orden de Calatrava en la cumbre de Cerro Pui-Pino. Es un gran admirador de los guerreros medievales. Yo los admiro menos porque siempre fui pacifista.
Este parador construido en los siglos XII y XIII tiene unas vistas preciosas sobre el Maestrazgo. Tanto como sus vistas me gustaron sus murales góticos y su decoración en tonos naranjas suaves. Lo que me gustó menos fue ver tanta viga de madera descubierta.
Menos mal que en nuestra habitación no se veía tanta viga de madera. El techo estaba pintado de blanco y la cama tenía un medio dosel muy vistoso, a juego con el color rojo anaranjado de los grandes cortinones que te dejaban la habitación a oscuras cuando lo corrías. Pude dormir como una princesa. Corría los cortinones y parecía noche a las doce de la mañana.
Comimos en el restaurante del parador. Nos sirvieron unos huevos a la alcañizana deliciosos. También estaba muy bueno el ternasco asado y de las tortas de Alma ni os hablo. Te chupabas los dedos comiéndolas. Mi marido prefirió los almendrados. Tiene unos gustos un poco raros en lo que a postres se refiere.
Cuando estuvimos nosotros en el Parador de Alcañiz no había mucha gente. Estabas como en un castillo propio. El personal tampoco te agobiaba. Eso me gustó. Odio que me hagan mil recomendaciones de restaurantes y sitios a visitar por la zona.
Os recomiendo el Parador de Alcañiz. Es un castillo que conserva la seriedad de sus orígenes medievales. Esto le quita encanto para la gente joven. Está bien para pasar unos días, pero no para un mes completo. Te sientes como en cualquier de sus salones comunes fueran a aparecer los Reyes Católicos pidiéndote reverencias.
Mi marido eligió este parador porque le hacía ilusión alojarse en un castillo de la Orden de Calatrava en la cumbre de Cerro Pui-Pino. Es un gran admirador de los guerreros medievales. Yo los admiro menos porque siempre fui pacifista.
Este parador construido en los siglos XII y XIII tiene unas vistas preciosas sobre el Maestrazgo. Tanto como sus vistas me gustaron sus murales góticos y su decoración en tonos naranjas suaves. Lo que me gustó menos fue ver tanta viga de madera descubierta.
Menos mal que en nuestra habitación no se veía tanta viga de madera. El techo estaba pintado de blanco y la cama tenía un medio dosel muy vistoso, a juego con el color rojo anaranjado de los grandes cortinones que te dejaban la habitación a oscuras cuando lo corrías. Pude dormir como una princesa. Corría los cortinones y parecía noche a las doce de la mañana.
Comimos en el restaurante del parador. Nos sirvieron unos huevos a la alcañizana deliciosos. También estaba muy bueno el ternasco asado y de las tortas de Alma ni os hablo. Te chupabas los dedos comiéndolas. Mi marido prefirió los almendrados. Tiene unos gustos un poco raros en lo que a postres se refiere.
Cuando estuvimos nosotros en el Parador de Alcañiz no había mucha gente. Estabas como en un castillo propio. El personal tampoco te agobiaba. Eso me gustó. Odio que me hagan mil recomendaciones de restaurantes y sitios a visitar por la zona.
Os recomiendo el Parador de Alcañiz. Es un castillo que conserva la seriedad de sus orígenes medievales. Esto le quita encanto para la gente joven. Está bien para pasar unos días, pero no para un mes completo. Te sientes como en cualquier de sus salones comunes fueran a aparecer los Reyes Católicos pidiéndote reverencias.
Fecha:08:33:06 01/02/17
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:hoteles, alojamiento, paradores, Aragón, Teruel
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