Lo primero avisaros que la película dura 152 minutos, así que paciencia y es que al final a mi se me ha hecho larga. He de reconocer que ya he visto varias películas sobre esta historia basada en la obra de Victor Hugo, así que sabía todo lo que iba a pasar, pero aún así esta película resulta diferente y es que musical, pero no es un musical en el que entre escenas se intercalan canciones o números musicales, sino que quitando unas pocas frases, toda la película es cantada y eso es lo que más pesado me ha resultado en la historia y es que claro, las canciones son en inglés, con lo que al final te pasas 152 minutos leyendo los subtítulos.
Creo que el uso de las canciones es excesivo pues cantan hasta parte de los diálogos.
Otro inconveniente es el uso de los primeros planos y el movimiento de la cámara, que hace que el resultado final sea extraño, como una imitación mala de Moulin Rouge. Puede que la razón por la que la película te lleva a pensar en Moulin Rouge es porque está ambientada en el Paris de principios del siglo XIX, donde había grandes diferencias de clase, donde los pobres eran miserablemente pobres (de ahí el título).
La estética te transporta a esa Francia donde los pobres sufrían, donde la gente era insolidaria, envidiosa y pícara, donde la falta de solidaridad era tangible, un retrato de una sociedad injusta donde la ley dependía de la opinión de los de arriba y que fue el caldo de cultivo para el levantamiento parisino.
Los miserables de Tom Hooper se llevó 3 Oscar, dos técnicos y el de Anne Hathaway como actriz secundaria. La chica lo hace muy bien, pero creo que no sale lo suficiente en la película para llevarse ese premio.
Los papeles protagonistas los interpretan Hugh Jackman y Russell Crowe, magníficos en su papel. Mención especial se merece la caracterización de Hugh Jackman en las distintas etapas de Jean Valjean, una total transformación.