El único libro de viajes que puedo decir que me gusta es Guía para viajeros inocentes de Mark Twain, un libro que data del lejano año 1867, pero que lo encuentras actual, sobre todo si compartes muchos de los pensamientos del autor. Viajar es un rollo dice el bueno de Mark Twain. Lo mismo pienso yo.
Se trata del primer viaje organizado por una agencia de viajes. Todo un reto para los organizadores. Estaban iniciando el negocio de lo siguientes siglos. Tiene tanta repercusión que sale en la prensa. En 1867, los periódicos de Norteamérica anuncian la fantástica Excursión a Tierra Santa, Egipto, Crimea, Grecia y lugares de interés intermedios, para la que se proponen fletar un barco que partirá del puerto de Nueva York. Se trata, como os decía, de uno de los primeros viajes organizados de la historia, del que forma parte el que luego sería padre de los míticos personajes literarios Tom Sawyer y Huckleberry Funn, decidido a plasmar su opinión en las crónicas que envía al diario Alta California.
Durante más de 600 páginas te enganchas a un recorrido singular hacia Tierra Santa. Va todo muy organizado, pero con cierta libertad. El camino de Damasco es un espectáculo. Iban a caballo sentados sobre unas sillas que hacían que los viajeros fueran dando saltitos. Dormían en tiendas de campaña donde no faltaban las sábanas blancas. Eran ricos y tenían que tener sus comodidades.
El viaje, pese a ser organizado, ofrecía cierta libertad a los viajeros. Llegaban a un país e iban por su cuenta hasta que se subían al barco en una ciudad determinada.
A Mark Twain le gustó Andalucía. Dice que le hubiera gustado estar más tiempo. Jerusalén, en cambio, no le gustó tanto. Le pareció una ciudad muy pequeña. En Roma se cansó de ver cuadros. El Viejo Mundo se le hacía estrecho.
Os recomiendo este libro tanto si te gustan los viajes como si no te gustan. Guía para viajeros inocentes es un libro que no te deja indiferente. Es perfecto ara regalar a una persona a la que no le gusta viajar. Y también está muy bien para personas a las que les gusta viajar porque les hará pensar que unas vacaciones puede que no sean un buen regalo.