Nada mejor que un edificio nuevo, dice siempre mi madre. Y no le falta razón. Entras en el Hotel Vincci Frontaura 4* Valladolid y parece que está todo más limpio porque es un edificio de reciente construcción. Me gustó más por dentro que por fuera. La fachada, pese a ser de un edificio nuevo, es sencilla; no te llama la atención.
En cambio, su interior está muy bien para pasar unos días mientras estás en ese viaje de trabajo que tiene lejos de ti a tu familia. No te sientes mal porque estás en un hotel más de negocios que de familias en vacaciones. Cuando estuve yo, no se veían críos corroteando por los pasillos. Esto hizo que no echara tanto de menos a mis hijas.
Me dieron una habitación minimalista, muy de hotel donde se alojan mayoritariamente personas solas. Le sobraban cortinas. Tenía tanta cortina que no entraba la luz del día. Las descorrí nada más entrar. La mesilla no era más que una caja de madera convertida en mesilla, pero con estilo. La cama era grande (dormí en camas más grandes); fue suficiente para mí sola. Me gustó el espejo que estaba en las puertas del armario. Es un gustazo verte desnuda a cuerpo completo.
Os recomiendo este hotel para viajes de negocios. El Hotel Vincci Frontaura 4* Valladolid es un hotel perfecto para hombres y mujeres de negocios que viajan solos. Está bien comunicado por transporte público con todas las partes de la ciudad. Yo lo encontré perfecto. Sólo le sobraban cortinas, como os he dicho. Unas cortinas que barren el suelo de tarima de madera me ponen de los nervios. Aquellas cortinas no estaban bien limpias. Es como cuando llevas un vestido hasta los tobillos. Acabas barriendo las escaleras con los bajos del vestido.
Lo que le daba un toque pintoresco a la habitación eran las lamparillas de las mesillas de noche. Me recordaron unas que vi en el Ikea. Tenían la pantalla también como de papel arrugado color granate.
No quedé a desayunar ni a comer, pero creo que el desayuno era bastante completo. Una amiga mía que también se alojaba en el hotel me dijo que había muchos yogures, bacon y todo tipo de fiambre. Ella se trajo un tapper lleno de exquisiteces mañaneras a nuestra junta de mujeres emprendedoras.