Paseando por las salas del Museo del Juguete en Sintra, Portugal, te das cuenta de como ha evolucionado la Humanidad. Las muñecas más antiguas de esta colección de juguetes nada dirían a una niña de hoy en día, y las viejas bicicletas pintadas de negro de hace dos siglos no se venderían en ninguna tienda de bicicletas porque son pesadas y nada fáciles de manejar por personas sin mucha fuerza.
En el Museo del Juguete en Sintra, Portugal, hay más de veinte mil piezas. Es un museo que muestra la evolución delo juguete desde el siglo XVIII y, en consecuencia, como os decía, también la evolución del ser humano, de nuestros gustos, de las modas.
Yo fui varias veces. Algunas veces con amigas, otras veces con mis hijas y mis sobrinos y también fui sola, que es como más disfruto los museos. Me gusta pasear sin compañía por las salas y ver muñecas antiguas. En este museo hay muñecas viejas con caras de niña sonrosada y pelos mal peinados que casi te dan pena. Piensas que eran muñecas de niñas ricas. Las niñas pobres tendrían que hacerse muñecas de trapo porque aquellas muñecas debían ser carísimas en su día. También hay caballitos como los caballitos de los tíos vivos, perritos de juguete y las bicicletas viejas de las que os hablé.
Os recomiendo visitarlo. Este museo del juguete se ha hecho a partir de la colección de juguetes de João Abués Moreira. El museo está muy organizado. Por ejemplo, las muñecas están todas juntas y los soldaditos están separados. En las cuatro platas que tiene el museo distribuyen los juguetes por época histórica.
El Museo del Juguete es un museo muy visitado pro los turistas y también por gente de Portugal. A los niños les encanta. Un juguete, como dice mi chico, siempre es un juguete. A la gente mayor le hacen mucha gracia los soldaditos de plomo, los coches, los aviones y ese tipo de juguetes más industriales. Yo me quedo con las muñecas. Algunas que tienen las vestiría con vestiditos bonitos y las pondría más presentables.