El Gran Hotel Havana Silken tiene muy buena ubicación en Barcelona. Está a cinco minutos de caminata sin prisas de la plaza de Cataluña. Puedes ir de tiendas por la zona sin necesidad de recurrir al transporte público. A mí me vino muy bien su excelente ubicación porque tenía una reunión de negocios por la zona. Todo lo bueno, como dice mi madre, siempre está en el centro de las grandes ciudades.
También había mucho de lo bueno en mi habitación. Me dieron una habitación tan insonorizada que no oías ni el canto de los pájaros en la zona ajardinada a donde daban las ventanas. Estuve mejor que en mi casa. Era una habitación con decoración muy de hotel urbano. No echabas de menos a tu familia porque aquel lujo hotelero no recordaba un hogar. La cama era grande, cómoda, con el colchón blandito tal como les pedí. Había un buen televisor de plasma que ni encendí y una conexión wi fi que iba como una moto de rápida.
No fui a comer al restaurante del hotel sino a un bar muy mono que hay en la azotea. Prefería una comida más de tapeo, más liguerita. Yo cuando estoy de viaje de negocios no como mucho. Las comilonas me las dejo para casa. El personal del bar es muy agradable. Lo mismo puedo decir del resto del personal. Son simpáticos y profesionales. Tienen todo muy limpio.
El desayuno buffet estaba muy bueno. Eran productos de calidad y yo lo tenía incluido en el precio. Por eso fui a desayunar. Lo que va en el precio hay que disfrutarlo. Me gustaron mucho los zumos de naranja. Se notaba que estaban recién hechos con naranjas de zumo buenas. Lo mismo puedo decir de la bollería. No era bollería industrial sino bollería de panadería.
Os recomiendo este hotel. El Gran Hotel Havana Silken es perfecto para hacer turismo de compras en la Ciudad Condal. El Paseo de Gracia con todas sus tiendas, bares y restaurantes te queda cerquita. Yo en menos de diez minutos estaba allí.