Me llamó mucho la atención la decoración del Capitol Boutique Hotel en Santiago Compostela, el que está en la calle Concepción Arenal de esta bonita ciudad gallega. No me esperaba encontrar una decoración tan moderna, como espacial, diría yo. Lo que pasa es que cuando te acostumbras empiezas a encontrarles peros.
Por ejemplo, las paredes pintadas de casi negro que tenía en mi cuarto me hacían pensar en la suciedad oculta. Lo mismo que la iluminación a media luz, todo muy sensual decía mi chico. Yo, que soy una fanática de la limpieza, les pedí una fregona para fregotear yo misma aquellos suelos, sobre todo por debajo de la cama. Pero estas son manías mías. El hotel está bien, muy bien para ser un tres estrellas.
El personal es muy amable. Están siempre pendientes de todas tus necesidades y nunca te ponen mala cara, ni siquiera cuando les pides un cubo con fregona. Mi chico decía que estarían encantados al saber que los huéspedes de aquella habitación tan grande que nos habían dado se hacían la limpieza profunda de su cuarto. Las kellys están hasta las narices de limpiar habitaciones desordenadas y sucias. La nuestra fue la habitación más limpia del hotel los tres días que estuvimos allí alojados.
De lo que no quedé nada contenta fue con el desayuno. Era un desayuno ideal para personas a dieta, no para hambrientos de la primera hora del día. La fruta cortada y contada, la bollería igual y los zumos tan justos como les gusta a mis hijas verlos. Casi tenían excusa para no tomar el zumo al ver tan poco zumo exprimido para todos.
La queja de mi chico fue que la caja fuerte era muy pequeña. La caja fuerte gratuita era la pequeña. En este hotel son tan listos que si quieres una caja fuerte en la que te quepa el ordenador portátil tienes que pagar un suplemento. Casi me extrañó que no nos cobraran por encender el buen televisor de plasma en el que disfruté varias películas desde la cama.
Pese a algunas desventajas os recomiendo el Capitol Boutique Hotel. Tienen un servicio de autobús que te lleva al aeropuerto de Santiago en unos quince minutos. También tienen un salón común para todos los huéspedes que no debes perderte. Tiene unos sillones rojos en una estancia decorada en negros y marrones que te hace sentir en una nave espacial haciendo un viaje romántico alrededor del Planeta Tierra.