El fin de la banca de Jonathan McMillan es un libro que recoge la explicación de la crisis de la banca. No sé si tendrá razón su autor, pero hay que reconocer que se esfuerza a lo largo de todo el texto en buscarle tres pies al gato. Hablando de su autor hay que decir que no existe. El tal Jonathan McMillan no existe: es un seudónimo que tapa a dos autores que debieron pensar que no hay nada mejor que un nombre bien sonoro en inglés para vender ejemplares de su libro como churros.
No es un libro para el gran público, ni siquiera para estudiantes de Economía y finanzas. Te aburre con tanto argumento de economista viejo. Después de tanta explicación llega a la conclusión de que eliminando la actividad empresarial de los bancos se solucionarían los problemas de las entidades financieras. Es lo que dicen los periodistas de los espacios económicos de los medios de comunicación sin necesidad de escribir un libro.
Encima se ponen dramáticos diciendo que tras la crisis financiera del 2008 se ha perdido una oportunidad para dejar el sistema financiero funcionando como un reloj. Temen que se vuelan a repetir los errores del pasado. Así es la Historia: una repetición continua. Estos dos hombres escondidos en un seudónimo todavía no se han enterado.
No os recomiendo el libro. Te aburre más que una castaña frita. Yo lo acabé porque no tenía nada mejor para leer a mano. Lo único que subrayé fue la banca en la sombra, es decir, las operaciones financieras que se realizan fuera del control de los reguladores. Una información interesante para personas interesadas en la economía sumergida. Esas operaciones son las que pueden hacerte millonaria. Tomé nota. Pero no las entendí mucho porque en este libro no están bien explicadas. Habrá que buscar información sobre esas operaciones de la banca en la sombra en otros libros.