La atención del personal del Hotel Real De Toledo es excelente y también su trabajo en este hotel ubicado en el centro de esta bonita ciudad castellana. Tienen el hotel muy limpio, tan limpio que te parece mejor de lo que es. Por ejemplo, el cuarto de baño de nuestra habitación tenía sanitarios antiguos, pero, como estaba impoluto, parecían sanitarios fabricados recientemente con estilo años setenta.
La habitación no era grande. Estaba bien para una persona sola. Para dos se te hacía pequeña. La cama era cómoda. Me gustaron mucho dos cojines que había sobre la cama. Eran rojos y le daban un toque muy chic a la decoración del cuarto.
Lo mejor del hotel es su fachada. me dijeron las chicas de recepción que era una fachada del siglo XIX con piedra muy bien trabajada y forja en los balcones. De noche la fachada del hotel es muy bonita. Muchos turistas le quitaban fotos. Ahora está de moda ponerse a hacer fotos aunque sean las tres de la madrugada. Me lo contó mi marido. Yo tuve la suerte de dormir como una bendita. Los ruidos de la calle no me impidieron dormir como en mi casa.
Os recomiendo este hotel. Te cobran el parking. Lo que es gratis es la conexión wi fi. La de nuestra habitación iba muy bien. Tienen habitaciones más grandes que la que nos dieron a nosotros. Son las habitaciones familiares. Nosotros no pudimos elegir mucho porque el hotel estaba hasta los topes cuando nos alojamos. Pienso volver. Pero conseguiré una habitación familiar. El espacio es muy importante para mí.
El Hotel Real De Toledo está muy bien para hacer turismo. Te queda todo cerca. Nosotros fuimos hasta la Catedral andando. Poco paseamos porque mi marido estaba recuperándose de un esguince. El hotel tiene una sala de desayunos. El desayuno es completito. No quedas con hambre. Eso sí, los zumos son de cartón.