Bergen: la ciudad noruega donde comí carne de ballena
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Scarlett2000
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Incidencias
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Acerca de:Bergen [Noruega]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Bergen fue la ciudad noruega donde comí por primera vez en mi vida carne de ballena. Te la venden en los puestos del mercado de pescado. Mi marido se empeñó en comprar carne de ballena y salmón salvaje para cocinarlas a su manera en el pequeño apartamento que teníamos alquilado en esta ciudad que es la segunda ciudad en población de Noruega.
No es una ciudad donde puedas divertirte mucho. Lo único que hicimos fue pasar frío a todas horas. Sales a la calle y te hielas literalmente. Cuando fuimos al monte Floyen en el funicular iba abrigada como un esquimal. Tardé veinte minutos en vestir tantas capas de ropa como llevaba. Mi marido se reía de mí. No era para risas. Pasé dos días en esta ciudad de Noruega muerta de frío. Me daban ataques de frío glaciar.
Pese a todo os la recomiendo. Está entre la montaña y el mar. Las vistas que tienes del mar desde las zonas altas de Bergen son estupendas. Pero es un mar distinto al nuestro. Parece un lago helado.
A mí más que una ciudad me pareció un pueblo. De hecho, los edificios tienen forma de casas con sus tejados de dos aguas. La gente es muy tradicional. Son majos, pero están pegados a sus costumbres, a su historia, a lo suyo y a apartados del mundo mundial, que parece que no les interesa lo más mínimo. Paseas por las calles de Bergen y parece que estás en otro planeta. Lo que más gracia me hacía era que los lugareños me recomendaran restaurantes y bares. Te recomendaban su restaurante favorito como si les dieran comisión. También me llamó la atención la cantidad de gente joven que había. Muchos eran estudiantes. La chavalería era lo que le daba a Bergen su toque chachi.
No nos aburrimos. En Bergen hay museos, galerías de arte, eventos culturales interesantes y buenos restaurantes con opciones gastronómicas de lo mejor de la cocina local. Con las oportunidades que ofrecen el mar y montañas cercanos, Bergen se puede considerar una ciudad vibrante y animada dentro de Noruega.
No es una ciudad donde puedas divertirte mucho. Lo único que hicimos fue pasar frío a todas horas. Sales a la calle y te hielas literalmente. Cuando fuimos al monte Floyen en el funicular iba abrigada como un esquimal. Tardé veinte minutos en vestir tantas capas de ropa como llevaba. Mi marido se reía de mí. No era para risas. Pasé dos días en esta ciudad de Noruega muerta de frío. Me daban ataques de frío glaciar.
Pese a todo os la recomiendo. Está entre la montaña y el mar. Las vistas que tienes del mar desde las zonas altas de Bergen son estupendas. Pero es un mar distinto al nuestro. Parece un lago helado.
A mí más que una ciudad me pareció un pueblo. De hecho, los edificios tienen forma de casas con sus tejados de dos aguas. La gente es muy tradicional. Son majos, pero están pegados a sus costumbres, a su historia, a lo suyo y a apartados del mundo mundial, que parece que no les interesa lo más mínimo. Paseas por las calles de Bergen y parece que estás en otro planeta. Lo que más gracia me hacía era que los lugareños me recomendaran restaurantes y bares. Te recomendaban su restaurante favorito como si les dieran comisión. También me llamó la atención la cantidad de gente joven que había. Muchos eran estudiantes. La chavalería era lo que le daba a Bergen su toque chachi.
No nos aburrimos. En Bergen hay museos, galerías de arte, eventos culturales interesantes y buenos restaurantes con opciones gastronómicas de lo mejor de la cocina local. Con las oportunidades que ofrecen el mar y montañas cercanos, Bergen se puede considerar una ciudad vibrante y animada dentro de Noruega.
Fecha:07:54:43 26/03/18
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:ciudades, Bergen, Noruega, poblaciones, Europa
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