Zumaya es un pueblo vasco conocido por mucha gente desde que se rodaron por allí escenas de la famosa serie de televisión Juego de Tronos. Yo lo conocía antes de hacerse famoso. Solemos ir con cierta frecuencia porque en Zumaya vive una tía de mi marido.
Es un pueblo de unos diez mil habitantes que multiplica su población cuando hace buen tiempo. La gente quiere conocer los parajes donde se han rodado escenas de su serie favorita. No sólo sus paisajes merecen una visita. También la merecen sus restaurantes. En Zumaya se come muy bien. Hay restaurantes donde puedes saborear buenos pescados, mariscos, carnes... No debes perderte tampoco sus pinchos, te sale más barato y te valen para disfrutar la comida vasca igual que si vas a comer de plato.
Os recomiendo visitar Zumaya. Tiene una playa preciosa rodeada de acantilados. También merece la pena ir hasta la Ermita de San Telmo. Es una ermita que tiene vistas al mar. La tía de mi esposo va todos los domingos a la Ermita de San Telmo a la misa. La acompañamos un día y yo me quedé fuera porque me interesaba más lo que se veía hacia fuera que estar dentro aguantando a un sacerdote.
No faltan en Zumaya los museos. Eso sí, lleva dinero para pagar entradas. Te cobran unos 15 euros por entrada y, para lo que hay que ver, no merece la pena. Yo fui con la tía de mi marido y me apreció un robo. Sólo había unos cuadros de pintores locales sin mayor interés. Ni siquiera el documental que te ponían en una pantalla estaba a la altura del precio de la entrada al museo.
Es mejor ir a la playa y pasear por las calles del pueblo. El museo defrauda. Es un negocio que tiene el ayuntamiento de la localidad aprovechando que van muchos turistas pro Zumaya desde que salió el pueblo en Juego de Tronos.