¡¡Hola a todos!!
Ahora quiero hablaros de uno de los hoteles donde elegí hospedarme durante una noche en el mes de mayo. Se trata de un hotel que se sitúa en la localidad de Aguilar de Campoo, en la provincia de Palencia. Días antes hice mi reserva por teléfono y me atendió una señora donde me dijo que sí que existían habitaciones libres, así que genial. Lo cogimos más que nada porque mi exnovia y yo teníamos una boda en la iglesia de Santa María de Mave, y allí mismo, en Convento adyacente teníamos el banquete de boda y además la fiesta y el baile, y entre el vino y el champán, además de los cubatas y la decisión de los novios de continuar con la fiesta en Aguilar de Campoo decidimos coger un hotel en dicho pueblo y evitar tener que volver a Saldaña, donde tenemos casa, más que nada porque hay una hora de viaje en coche y yo sinceramente prefiero no conducir con alcohol.
La verdad es que fue una de las mejores ideas que tuvimos, ya que al final acabamos reventados y este hotel nos vino de maravilla. Le comentamos a la chica que seguramente iríamos a coger las llaves por la mañana, antes de la ceremonia, pero entre los preparativos de la boda no nos dio tiempo y nos avisó la chica que si no íbamos a por las llaves ni dábamos señales de vida, la habitación pasaría a no estar reservada, así que después de la ceremonia llamamos para concretar una hora y nos dijo que podíamos coger las llaves cuando quisiéramos, ya que más tarde, cuando fuimos al hotel comprobamos que siempre hay una persona en recepción.
Esa persona fue la encargada de abrirnos la puerta a las 4 de la mañana, hora en la que llegamos al hotel. Deciros que el hotel se encuentra prácticamente en el centro del pueblo y lo vais a encontrar muy fácilmente pues nosotros nada más entrar con el coche por el pueblo nos topamos con el mismo con sus enormes letras en amarillo diciendo Hotel Valentín.
La verdad es que a mí me gustó más el hotel por fuera que por dentro y mi idea inicial del mismo no era del todo acertada. Pensaba que se trataba de un hotel pequeño, y sin apenas habitaciones pero cuando subimos a nuestra planta comprobamos que había un montón de puertas, y si además tenemos en cuenta que nos tocó el tercer piso, echamos cálculos y salían bastantes. Llamamos a la puerta y nos abrió el recepcionista, el cual nos pidió los DNI's de los dos y tras registrar nuestros datos nos entregó la llave. Nos dijo que estaba en la tercera planta, exactamente la 312. La verdad es que la decoración que tiene el hotel no me gustó nada de nada, se trata de una decoración muy antigua, con cuadros un tanto horribles, fotografías antiguas de gente que ha estado por el hotel en una vitrina y otros detalles más antiguos aun. Incluso en la puertas de la zona de recepción son de los típicos escudos heráldicos de apellidos hechos en cristal con colores, no me gustó demasiado la verdad.
Nos indicó el recepcionista que la habitación se encontraba en mitad de largo pasillo. El ascensor también era un tanto antiguo con un minúsculo espejo en su interior. Una vez en la tercera planta la decoración era del mismo tipo que el de la planta baja, los cuadros horribles, feos y viejos.
Cuando abrimos la puerta, ya no me llevé mucho chasco visto lo que habíamos visto anteriormente. Era una habitación de lo más corriente, sin nada de lujos. Dos camas juntas cada una con sus sábanas independientes, de tamaño normal y un colchón corriente. En nuestro lado derecho teníamos otro armario sencillo y normalito, en frente de nosotros una mesa con una silla y a un lado de la mesa una televisión muy sencilla de color gris, de las anteriores ya que no era plana, pero eso nos daba un poco igual. La verdad es que donde habían ubicado la televisión no era un sitio muy adecuado, no era ni tan siquiera un mueble.
A nosotros ya nos dijo la chica que en la tercera planta nos tocaría en vez de ventana, una buhardilla en el techo y nos indicó que el techo del baño podría resultar un poco bajo dependiendo de nuestra altura. En mi caso, para poder secarme el pelo, para poder mirarme al espejo y para ducharme me tenía que agachar porque pegaba con el techo, con la consiguiente incomodidad. Por lo demás la habitación no se veía sucio y el mobiliario tampoco estaba deteriorado.
En cuanto a lo demás la habitación nos sirvió para lo que la alquilamos. Para no tener que ir en coche a las tantas de la noche con unas cuantas copas en el cuerpo por la boda. No era un lujo el hotel, la verdad, pero la funcionalidad la cumplió. Descansamos por la noche, nos levantamos por la mañana bien despejados y ya no teníamos problema en volver para casa. Era de día y ya no estábamos cansados. Eso sí, al lado del hotel hay un restaurante o una especie de cafetería donde sirven los desayunos y demás. El aspecto de la cafetería va acorde al del hotel, deberían cambiar un poco el diseño, está un poco viejo.
Yo no os aconsejaría la estancia en el mismo a no ser que sea urgencia o pura necesidad. Ir por ir a este hotel, pues no. Igual hay otros mejores por el pueblo.
Un saludo a todos.