Lo mejor del Hotel Sol Tenerife en el que estuvimos pasando unas vacaciones con las niñas mientras mi marido hacía negocios en la capital tinerfeña es la animación para mayores. Yo no quería ir al espectáculo nocturno, pero fue acceder para contentar a mi esposo y querer ir todas las noches. Los animadores eran tan buenos que te metían la felicidad en el cuerpo. Un diez para ellos.
A quienes no les puedo dar un diez es a las instalaciones del hotel. Este Hotel Sol Tenerife necesita una remodelación a gritos. Sus responsables piensan más en su beneficio que en la comodidad del cliente. Deberían acostarse ellos en unos colchones más viejos que los de la casa de un pobre. Me levantaba con un dolor de espalda tremendo. Igual de viejo era el sillón-cama, los sofás y el resto del mobiliario de nuestro cuarto. Más de lo mismo puedo decir de los sanitarios del cuarto de baño.
Debe ser que los propietarios del hotel lo destinan a los clientes discotequeros aprovechando que el hotel está ubicado en la zona de discotecas de moda de Tenerife. No es un hotel para ir con familia, nos comentó otra cliente en el buffet del desayuno. Lo que pasa es que muchos viajamos con niños porque tenemos que llevarlos o sí o también.
En todo caso, tuvimos la suerte de que nos dieron una de las habitaciones menos ruidosas. Apenas escuchabas ruido del exterior. Era una habitación luminosa, con vistas al mar y con la pintura pidiendo a gritos un repintado.
¿Os lo recomiendo? Pues casi sí. El Hotel Sol Tenerife tiene sus ventajas. Además de la buena animación para mayores, un acceso directo a la playa, vistas al mar, vistas a La Gomera, un buen desayuno, un jardín lindo, una piscina bien cuidada. Hay que darle un cinco. Le daría una mayor puntuación si estuviera al menos bien pintadito en su interior y no tuviera unos muebles tan viejos y unos sanitarios tan de otros tiempos.