Olimpia es mundialmente conocida pro ser la ciudad donde empezaron a celebrarse los juegos olímpicos hace tres mil años. Sólo por eso merece una visita. Muchos viajes organizados por Grecia la incluyen en sus paradas.
Yo llegué a Olimpia de la mano de mi marido. Quería regalarme y regalarse unas vacaciones románticas y no se le ocurrió mejor zona que el Peleponeso. Cogió un hotel en Olimpia y nos dedicamos a hacer recorridos por la zona. No faltaron en nuestros recurridos un paseo por la zona arqueológica de esta bella ciudad griega con más pasado que presente. Vimos el antiguo estadio, los restos del Templo de Zeus, el estudio de Fidias, el gimnasio donde se preparaban los atletas... Los gimnasios ya estaban inventados entonces, pero creo que sólo eran para los atletas que divertían al personal que iba a aplaudir. La gente de la calle no se machacaba los músculos en los gimnasios como ahora. Ya se cansaban trabajando duramente para ganarse la vida.
Nuestra siguiente parada fue el Museo Arqueológico de Olimpia. Recoge muchos restos, muchas piedras, sobre todo del Templo de Zeus. Yo vi tanto resto antiguo que me pregunté si serían de verdad o si serían un timo. No me acabo de creer los tesoros arqueológicos que nos muestran museos como este Museo Arqueológico hasta los topes de turistas. Más me gustó el Museo de los Juegos Olímpicos. Tenía un montón de mosaicos y pinturas que mostraban lo importantes que eran los juegos en la antigua Grecia. Lo que no os recomiendo es ir al Museo de los Juegos Olímpicos actuales. Los griegos de ahora no están a la altura de sus antepasados. Pocas medallas había expuestas. Yo de ellos cerraría este museo.
Os recomiendo visitar esta ciudad griega. Olimpia es una ciudad más interesante por su pasado que por su presente. Lo que sigue tal cual es el Río Alfeo, es el río que atraviesa toda la ciudad. No me gustan mucho las ciudades que tienen un río como dividiéndolas. Los ríos siempre acaban llenos de porquería.