La batería del IPAD (6ª generación) me está cubriendo todo el día. Casi no me lo creo, pero sí. La cargo de noche y aún tengo batería cuando estoy cenando y estoy trabajando con el IPAD. Falta hace que le dure tanto porque estos cacharros no son baratos.
El IPAD (6ª generación) me costó 339 euros. Lo he visto a vender más caro. La sorpresa fue que el Apple Pencil no estaba incluido en el precio. Si lo quería, y lo quise, tenía que pagar 99 euros más. Era lo que me decía mi marido: el IPAD (6ª generación) que había visto a vender en una tienda por 339 euros no tenía el dichoso Apple Pencil incluido en el precio.
Al margen de este tipo de cuestiones, estoy contenta con mi IPAD (6ª generación). Tiene 32 GB de almacenamiento, más que suficiente para el uso que le estoy dando. La pantalla es buena, una pantalla de retina de 9,7 pulgadas. Es una pantalla que se ve bien. La conexión inalámbrica de este IPAD (6ª generación) es ultrarrápida. Va como una moto. Me está pillando mejor la wi fi que algún portátil que tengo en casa.
¿Y qué decir de las cámaras? Son avanzadas. Con estás cámaras grabo, hago fotos y me olvido de tener que llevar una cámara de fotos digital encima. Fue en lo que me fije cuando lo compré. Quería un cacharro que tuviera buenas cámaras. Me contentaba con que tuviera una cámara que hiciera fotos buenas. ¿Que tiene dos? Pues mejor que mejor.
Este IPAD (6ª generación), como os dije, es compatible con el Apple Pencil y también con iOS 11. Me parece un iPad muy versátil, inteligente y personal. Lo notas tuyo. A todas estas ventajas hay que añadir que en el App Store encuentras unas apps educativas muy recomendables. Con estas apps entretengo a mis hijas en nuestros viajes en coche y en otros medios de transporte más caros que el vehículo de cuatro ruedas. Tiene también el IPAD (6ª generación) contenido de realidad aumentada. Es la herramienta que necesitas para trabajar, para aprender y para divertirte. Os lo recomiendo muy mucho.