Cuando descubres Órzola (Lanzarote) te vienen ganas de volver todos los años a sus calas de arena blanca. No son calas llenas de turistas todavía. Estás casi como en el paraíso en las playas de este bonito pueblo marinero del norte de la isla de Lanzarote.
Las pequeñas calas no son nada peligrosas. No puedo decir lo mismo de playa de La Cantería. Tiene un olejaje que te lleva para américa a poco que te descuides. Nosotros ni nos metimos en el mar. Venían las niñas y no me atreví a dejarlas nadar en aquel mar tan picado. Las calas, en cambio, no tienen casi nada de oleaje. Y son vírgenes. La arena está mucho más blanca y más limpia que en playas de Lanzarote muy frecuentadas por los turistas.
No debes perderte en Órzola (Lanzarote) el pescado fresco que sirven deliciosamente preparado en las terrazas que hay en el puerto. Yo me puse de pescadito hasta las cejas. El pescado es muy sano y más sano es aún cuando lo tomas fresco y no ese pescado congelado que te venden en los supermercados.
Las vistas desde Órzola (Lanzarote) del Arquipiélago Chinijo son maravillosas. Mi chico quitó un montón de fotos. Le encanta fotografiar la Naturaleza bonita. Desde Órzola puedes ir en ferry a La Graciosa, la octava isla de las Canarias, una isla poco conocida por el gran público.
Os recomiendo visitar Órzola (Lanzarote) para conocer las otras Canarias, las Canarias tranquilas, las Canarias de las playas vírgenes y de los pequeños pueblos marineros rodeados de una naturaleza todavía silvestre. Ojalá Órzola (Lanzarote) no sea transformado por el turismo masivo. Sería una pena que dejara de ser el pueblo canario tranquilo que es hoy en día. La arquitectura en Órzola (Lanzarote) es la arquitectura típica de los pueblecitos pesqueros: casas pintadas de blanco con contras azules. Es un pueblo de postal.