Asilah en Marruecos: una ciudad con murallas de la época cartaginesa

Acerca de:Asilah [Marruecos]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Este verano estuvimos en Asilah en Marruecos, una ciudad tranquila que queda a unos 46 kilómetros de Tánger. No quiero decir que no haya turistas, por supuesto que los hay, pero no tiene nada que ver con Marrakech o Tánger.

Nosotros fuimos porque nos había hablando una amiga nuestra maravillas de esta ciudad. No nos digo mentira. Yo volvería hoy mismo sólo para volver a disfrutar su preciosa playa dorada, su medina blanca y sus pintorescas murallas.

No es una ciudad grande. Puedes recorrerla andando sin cansarte, sobre todo si llevas calzado adecuado para caminar. Esto fue una gran ventaja para nosotros. A mí no me gusta nada subirme a un taxi en Marruecos. Por eso siempre alquilamos un coche. El coche lo pudimos dejar en el hotel para hacer turismo por la ciudad. Como os dije, salimos a hacer turismo y compras andando. Ni las niñas protestaron. Les gustó tanto Asilah que andaban contentas por unas calles bastante distintas a las calles de nuestras ciudades españolas.

Para comer y cenar fuimos a los restaurantes baratos que hay en la Avenue Hassan II, es una avenida que está a lo largo de los muros de la medina. Mi favorito fue La Alcazaba Restaurante, un restaurante que está al final de la rue Zullahah. Es el mejor restaurante de la ciudad. También es el restaurante que tiene más turistas. Debe ser porque sirven vino.

La playa de Asilah es divina. Tiene una arena tan fina que es gustazo caminar por el arenal. Lo que no es tan gustazo es meterte en el agua y enfrentarte a las olas. El oleaje es bastante fuerte. Yo no dejé que mis niñas nadaran porque temía que se me ahogarán. Encima no vi ningún socorrista por allí. En este tipo de detalles echas de menos España. Una playa sin socorristas es un peligro para los niños y una preocupación para las madres y padres de los más pequeños de la casa.

Fuimos varias veces a la Medina. La Medina tiene entradas privadas y antiguos callejones de piedras. Buscamos tiendas de artesanía para comprar recuerdos para mi suegra y para otros familiares que siempre esperan un detalle de nuestros viajes fuera de España. Yo le compré a mi suegra una túnica marroquí. La está poniendo una barbaridad. Mi marido no quería comprarla porque decía que era de hombre. A mí me parece muy femenina.

Os recomiendo visitar Asilah en Marruecos. Tiene unas casas muy bonitas dentro de las murallas portuguesas. Son casi todas de aristócratas europeos. Nosotros también fuimos a ver las murallas viejas de la época cartaginesa y fenicia. En Asilah hay ruinas romanas de la metrópolis de Admercuri. Mi marido quería ver más ruinas, pero yo no estaba para ver más piedras viejas. Preferí acercarme hasta el colorido mercado diario de frutas y verduras. En Marruecos hay unas frutas muy sabrosas. Es fruta que huele a árbol.
Fecha:09:39:36 01/12/18
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Categorías:Viajes