La vida puede ser muy alegre si te lo propones. Está es la conclusión que sacas tras la lectura de Salsa de Clara Obligado, una novela que nos lleva a un Madrid más imaginario que real. La autora nos lleva a un local de la capital de España que llama Los bongoseros de Bratislava. A este local las cinco protagonistas de la novela acuden a bailar.
Muchos motivos para bailar con alegría no tiene. ¿O sí? Gloria acaba de tener un niño y está contenta porque el bebé es blanco. Parece un milagro. Su amante es un senegalés guapo que se hace pasar por cubano. Trabaja de bailarín en el local. Este local está regentado por Jamaica Bronx, una cubana entrada en años y en misterios. Nadie sabe la edad de Jamaica.
No falta una escritora frustrada en el grupo de mujeres protagonistas. Es Marga, una escritora que nunca logra iniciar una novela. Enfrente está la escritora que sí escribe: Viviana, pero la pobre Viviana está exiliada y se siente mal porque la gente ve sus escritos o muy españoles en Argentina o muy argentinos en España.
Pero la protagonista que me puso de los nervios fue Omara, una experta en brujería y en sortilegios. Cuando leí en la boca de esta protagonista que había que congelar lo que te hace daño me vinieron ganas de meter un pie que me dolía en el congelador. No era la solución, por supuesto.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar esta novela. Salsa de Clara Obligado tiene bastante de culebrón. El humor, la intriga, la amistad, el sexo, la maternidad están presentes en una novela de portada chillona en rosa, azul y amarillo. Casi parece una novela de adolescentes por la portada.
Lo que no haría sería comprarla. Yo la leí gratis en una biblioteca pública. Engancha por lo que tiene de culebrón. Si no te gusta una protagonista, te gusta otra. Vas leyendo y, cuando te das cuenta, estás acabando el libro.