La hija de la española de Karina Sainz Borgo es una novela breve que terminé justo por eso: porque sólo tiene 200 páginas. De tener más la hubiera dejado de lado. No me gustan las novelas que son más un panfleto político que una novela al uso.
La autora es una periodista venezolana obsesionada con los problemas políticos de su país. Le da más cancha a sus opiniones sobre la violencia, el crimen organizado desde los poderes públicos, el desabastecimiento de alimentos y medicinas y de todos los productos habidos y por haber que a la trama de la novela. La misma protagonista de la novela, Adelaida Falcón, es una alter ego de la autora. Adelaida ve como su país se derrumba y con su país va su vida entera: su novio periodista, su madre y el futuro. Todo se le acaba a la pobre Adelaida.
No es La hija de la española una novela recomendable para gente con tendencia a la depresión. La novela empieza contándote el entierro de la madre de la protagonista. Una novela que se inicia en un cementerio no promete nada bueno para el final. Adelaida va contando su vida hacia atrás y hacia delante. Nos habla de su infancia, de su vida de estudiante, de sus inicios en el mercado laboral. Su vida va hacia peor hasta que acaba en la calle, sin casa, en medio de la violencia que reina en las calles de las ciudades de su país. Un drama.
Lo único por lo que recomiendo esta novela es por el feminismo. Vemos en la protagonista una mujer que defiende a los suyos y se defiende a ella misma. Es una mujer que planta cara al odio. El odio no es el camino, se dice muy acertadamente. También es una mujer valiente. Ves como se juega la vida para evitar la muerte. Pero, pese a estas ventajas, se me hizo muy dura la novela. La hija de la española, repito, no es un texto para mujeres y para hombres que tiendan a la tristeza. Los tristes necesitamos historias alegres. Lo digo siempre.