Oriente de José Carlos Llop es una novela escrita en primera persona que te va enganchando casi sin que te des cuenta. Empiezas a leerla y piensas que vas a dejarla a medio leer porque lo que tienes en tus manos es una novela rosa y ya has leído muchas novelas rosas a lo largo de tu vida. Pero Oriente es una novela rosa diferente, una novela rosa en la que el protagonista es un hombre que podría ser ese profesor que conociste y sufriste en el instituto dando una clase de filosofía.
De eso se trata la novela: de filosofar sobre el amor a partir del hallazgo que hace el protagonista tras la muerte de su madre: encuentra unas cartas en las que una amiga de su progenitora habla de su marido. ¿Qué relación tuvo Paolo con su madre? Nuestro profesor sólo sabe que los libros de Paolo estuvieron en las estanterías del salón de su casa. En todo caso, la relación del tal Paolo con la difunta madre del profesor no tiene tanta importancia como la tienen las opiniones del profesor sobre el amor. Este buen hombre no ha tenido éxito en la estabilidad amorosa. Su mujer acaba de dejarlo sin discusiones, de una manera un tanto fría por puro cansancio, por no entenderlo.
A través de las cartas el profesor va descubriendo la historia de amor de su madre. Nos va hablando del enamoramiento. El amor, nos dice, es un dolor cuando se acaba; es un dolor que no se va, que no nos deja. Vas avanzando en la novela y ves como el autor compara el amor vivido por la madre con un alejamiento del amor, un alejamiento de una relación estable por parte del hijo, de este profesor universitario que no te deja indiferente.
Os recomiendo la novela. Al estar escrita en primera persona se lee rápido y fácil. Es de esas novelas que dejas en la estantería de los libros destinados a una segunda lectura. Me gustan las novelas que no se quedan en un roserío de telenovela sino que te hacen pensar. Oriente de José Carlos Llop es una novela profunda.