Con el tiempo en los talones de Mario López Guerrero fue un libro de autoayuda que me horrorizó. Digo que me horrorizó porque no volví a leerlo. Con una vez tuve suficiente. No sé cómo pude seguir leyendo tras un primer capítulo en el que hablaba de los enfermos paleolíticos. Ver el tiempo desde el punto de vista de una persona que sabe que se está muriendo porque se lo recuerdan familiares y personal sanitario no resulta ninguna autoayuda.
El autor nos asusta diciendo las preguntas que se hacen los moribundos. Los pobres lamentan no haber realizado sus sueños. Desperdiciaron su tiempo haciendo realidad los sueños de los demás, haciendo lo que los demás esperaban que hicieran. Casi saco el pañuelo. ¿Tenía en mis manos un libro de autoayuda?
Parecía que así era. El libro está escrito en primera persona, en forma de diario. El autor nos habla de lo que aprende en un seminario sobre el tiempo que imparte una tal Irene. Intenta ser gracioso, pero muchos de sus chistes no son entendidos por el lector, es decir, por mí. Por ejemplo, cuando Irene lo mide con una cuerda, corta el trozo de cuerda, la vuelve a cortar, el protagonista anuda, Irene sigue cortando la cuerda hasta que deja la cuerda mucho más pequeña gracias a tanto corte y tanto nudo bien hecho. Mario intenta ver en la cuerda representado el tiempo, en las tijeras de Irene las actividades y en los nudos ya no sé lo qué ve porque yo no entiendo nada. Este libro fue una lectura difícil para mí. Se ve que no tenía el día. Pero continué su lectura hasta el final.
Es el final lo que no debes perderte. Tiene unas cuantas páginas en las que el autor escribe párrafos que quitó del libro, intentos de comenzar capítulos que desechó. Hizo bien. Lo que no metió en el texto es peor que lo que metió.
Mario López Guerrero está un poco verde a la hora de escribir libros de autoayuda. Yo quiero que me animen, no que me hablen de muertos. Necesito que me lo pongan fácil, que me lo cuenten bonito. Por eso no os recomiendo el libro mucho. Tal vez no está mal para regalar a una persona que no quieres mucho. Leerá el primer capítulo de Con el tiempo en los talones de Mario López Guerrero y entrará en depresión.