Mi marido se ha hecho adicto a los Copos de Maíz Tostado Bio Ecocesta. Yo los porbé y no son para mí. Los encuentro demasiado dulces. Puedo hacerme un desayuno con estos copos una vez a la semana como muchísimo. Mi santo, en cambio, los está comiendo todos los días. Dice que le gustan porque el maíz está muy bien tostado. En eso no le falta razón: está tostadísimo. Falta hace poner la leche bien caliente para que ablande.
Estos Copos de Maíz Tostado no llevan nada de colorantes ni conservantes. Te lo venden como sanos. No digo que no lo sean. Pero, insisto: están dulces. Es cierto que en el envase recuerdan que no llevan azúcares añadidos. Debe ser que el maíz es un cereal dulce. En España no lo sabemos porque el maíz es un alimento para los animales. En México, en cambio, comen maíz de todas formas sin problema. Yo el único maíz que comí sin problemas fueron aquellos maicitos salados que vendían en paquetitos como snack cuando yo era niña. Y para de contar.
Los Copos de Maíz Tostado se los dejo todos para mi marido. Las niñas tampoco los quieren. Falta hace que no los quieran porque no son nada baratos. El envase de 400 gramos cuesta 2,70 euros. Me parecen bastante caros por muy bio que sean. Ni siquiera el hecho de que sean de maíz europeo justifica su precio. El maíz es un cereal que no debería ser caro. Su cosecha no da tanto trabajo como el trigo.
Afortunadamente, de vez en cuando, los encuentras de oferta. Yo los compré la semana pasada con un descuento del 70% en la segunda unidad. Me costó la primera unidad 2,70 euros y la segunda unidad 83 céntimos. Mi presupuesto familiar notó el descuento.
Os recomiendo estos Copos de Maíz Tostado Bio Ecocesta al menos para probar. Para gustos colores. Yo los llevé para probar y mi marido se enamoró de ellos. Ahora se los compró todas las semanas. Con un paquete tiene para cinco o seis días. Depende de lo que estemos en casa.
Me encanta el envase. Es una bolsa, similar a las del pan tostado, de color blanco con el nombre de la marca en color verde. Es chula. Trae la imagen de los copitos, igual de amarillos que en su interior, en una taza de color blanco con una cuchara en el pocillo. El envase invita a comprar el producto.