Una novela ambientada en la vida de María Lejárraga

Acerca de:La mujer sin nombre [Vanessa Montfort]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
La mujer sin nombre de Vanessa Montfort es el nuevo libro de una mujer muy comprometida con el feminismo. Notas su compromiso personal con la lucha de las mujeres por su propio protagonismo en cada página de una novela protagonizada por una joven directora teatral Noelia Cid.

Le encargan a Noelia estrenar Sortilegio, la obra perdida del reputado dramaturgo Gregorio Martínez Sierra. Noelia Cid investiga a Gregorio y llega a su mujer, María Lejárraga, una señora que fue todo un personaje silenciado. ¿Es cierto que fue María la que escribió las obras teatrales y los ensayos por los que su marido fue famoso? Vanessa está convencida de que así es. Lo intenta demostrar mediante esta novela que nos lleva al Madrid literario de los años 20, al París de la Belle Époque, a la lucha política de las mujeres durante la Segunda República. María Lejárraga sufre el exilio tras la Guerra Civil. Vivirá en la Francia ocupada y cruzará el charco para reinventarse en el Hollywood que estaba en su época dorada.

La autora de "Mujeres que compran flores" acaba olvidándose un poco de la protagonista de la novela y se centra en la mujer investigada, es decir, en María Lejárraga. Se nota que es una mujer que la fascina y consigue contagiarte esa fascinación. María escribió sus libros con el nombre de Gregorio Martínez Sierra. Fueron un matrimonio con sus conflictos. No sorprende que acabaran divorciándose. María fue la autora, pues, de las obras de teatro que triunfaban en Nueva York, Buenos Aires, Madrid. Vio como el nombre de su marido optaba varias veces al Premio Nobel de Literatura.

Pero María se cansa de ser la mujer tapada o robada. Llega a reclamar su autoría para sobrevivir cuando está en el exilio. No la creen. Menos mal que esta mujer que llegó hasta una edad centenaria conservó la correspondencia personal. Así se pudo demostrar que era verdad lo que decía: su marido sólo había puesto el nombre a los textos que ella había escrito.

María no sólo había escrito toda la obra teatral firmada por Gregorio. También había escrito el ensayo sobre el feminismo que todos atribuían a su esposo. Otros ensayos, supuestamente salidos de la pluma de su marido, también eran obra suya. Se dice que la letra de "El amor brujo" y "La dama y el vagabundo" fueron escritas por María Lejárraga.

En esta novela conocemos esta historia silenciada. Sólo por eso vale la pena comprar La mujer sin nombre, una novela que deberiamos leer todos, mujeres y hombres, como homenaje tantas mujeres cuyos trabajos han sido apropiados por sus maridos. La novela es emocionante, te engancha cada vez más. Yo la estoy releyendo. Me apasiona. La mujer silenciada es un libro que merece varias lecturas.

Leyendo sus páginas te imaginas a una María joven, profesora, casada con Gregorio, ese hombre al que su padre no quería por sus presuntos problemas de salud. María no puede prescindir de su sueldo de profesora. Tal vez por eso deja que su marido firme sus libros. También, hay que reconocer que era otra época. Las mujeres entonces tenían un papel secundario. También, piensa la autora de la novela, que María no quería que su obra fuera considerada con la importancia que tenía entonces la obra de un hombre, no como literatura femenina.

Vuelvo a repetir que os recomiendo la novela que se centra en la figura de una mujer que escribió unas noventa obras que firmó su marido. Es una mujer que se implicó en la lucha por el voto femenino durante la Segunda República. Casada con Gregorio viajó por todo el mundo, tenía mucha independencia, pero eso no evitaba una relación sentimental un tanto conflictiva.

María pertenecía al Liceo Club, donde mujeres señeras batallaron por la libertad y el derecho al voto de las mujeres. El liceo Club lo crearon porque las mujeres no podían asistir a las tertulias literarias. En esas tertulias era donde se conseguía trabajo. Las mujeres se hicieron, pues, su propio club.

Es María una mujer emprendedora, inteligente, luchadora. Si su etapa española es fascinante no lo es menos su etapa en el Hollywood dorado. En la novela la autora cuenta como María decide viajar ligera de equipaje al otro lado del Atlántico para triunfar donde ya había triunfado cuando estaba casada con Gregorio.

Pero no sólo voy a hablar de mujeres, también quiero decir que Gregorio era a su manera un hombre interesante, un vividor que se lío con mujeres brillantes. Una era María Lejárraga, su esposa, otra era la bellísima actriz con la que tuvo un hijo estando aún casado. María lo convenció para que lo reconociera. Así era María: una señora.
Fecha:17:06:41 16/01/21
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Categorías:Ocio y cultura