No te imaginas que en Benidorm pueda haber un Parque Natural. Yo siempre asociaba Benidorm con cemento hasta que conocí La Sierra Helada, declarada Parque Natural el 11 de marzo de 2005. Es un Parque Natural con una superficie de 5.564 hectáreas, de las cuales 4.920 son en medio marino.
Nosotros lo pasamos de cine con las niñas. Nuestras hijas nos hicieron disfrutar del paraje con sus caritas de sorpresa ante las maravillas de la Naturaleza. Pudimos admirar los acantilados y las diversas fracturas, como las fallas de la Punta de l’Escaleta y la Punta de l’Albir. Aprovechamos los acantilados para sacarnos fotos. Eso sí, sin ponernos en peligro.
También había cuevas. Sólo nos asomamos. Entrar me parecía peligroso porque una cueva siempre es una caja de sorpresas que puede tener malas sorpresas. Cuevas como la de la Boca de la Ballena no te las debes perder. La continuación bajo el mar de la sierra y su nueva emergencia sobre las aguas del islote de Benidorm te hacen soñar con el paraíso.
La Sierra Helada tiene mucha Historia. Se han encontrado diversos yacimientos y restos de actividades pesqueras desde el Neolítico, en gran parte desaparecidos bajo las construcciones contemporáneas. El ladrillo fastidió bastante la zona. Es una gran suerte que se hayan podido salvar un buen número de hectáreas del avance del cemento.
Era un lugar de paso de los pueblos colonizadores mediterráneos, y punto de intercambio de productos. Se hacían muchos negocios, pero sin agredir el medio ambiente. Nosotros pudimos observar diversas torres de vigía para la protección contra la piratería, como las de Seguró, la Bombarda, la de l’Aguilló en el tossal de la cala de Benidorm y la del Xarco en la Vila.
Os recomiendo visitar la Sierra Helada. Es un sitio maravilloso. Yo me imaginaba el mar lleno de barcos piratas cuando mi marido, gran conocedor de la Historia de España, nos hablaba sobre los primeros moradores de la zona.