Aracena es uno de los pueblos más bonitos de Andalucía. Nosotros fuimos directos a ver la Gruta de las Maravillas porque mi suegra no podía esperar, tenía que ver in situ la cueva cuyas fotos le había enseñado una vecina.
Reconozco que es una gruta espectacular, pero algo de miedo sí da. No quiero decir que no sea segura, al contrario. Tienen los caminos bien señalizados y encuentras gente visitándola. El ayuntamiento de Aracena la tiene bien cuidada para sacarle partido turístico.
Una vez que mi suegra quedó satisfecha, seguimos nuestro recorrido turístico hasta las ruinas del castillo. Es un castillo que en su día levantaron los Templarios para defender la zona. Es una pena que no se haya conservado en óptimas condiciones. Aún así, son muchos los turistas que se acercan a verlo.
Yo creo que deberían hacer habitable el castillo y convertirlo en un parador. Los castillos son un alojamiento que atrae a muchos visitantes. Es una grata experiencia dormir en un castillo, sobre todo, cuando sabes que lo han habitado los templarios, unos guerreros famosos que eran muy creyentes.
También vimos mucha gente contemplando la fachada del ayuntamiento de Aracena o los baños públicos. El casino es otro de los edificios que no debes dejar de ver si vas a este bonito pueblo de la provincia de Huelva.
Terminamos nuestra estancia en Aracena con una cena de setas en el bar Sirlache. La gastronomía es otro de los motivos para una visita. Nos encantó el lomo al horno que nos había recomendado la amiga de mi suegra. Es un plato que preparan en muchos restaurantes, al igual que los garbanzos o las yemas, un riquísimo postre que te venden muchas confiterías del pueblo.
Os recomiendo visitar Aracena. Cada año hay más turistas. Pero, si te sales de las visitas clásicas como la de la Gruta de las Maravillas, puedes pasar un día tranquilo en un bonito pueblo que conserva el encanto medieval.
Yo nunca olvidaré el charco que hay al fondo de la gruta. Me alegré de no haber llevado a mis hijas. Hubiera disfrutado menos la visita por temor a que cayeran a aquellas profundidades rodeadas de rocas.