Los sugus son los caramelos masticables de toda la vida. Ya existían cuando era yo niña. Tal vez por eso me siguen pareciendo los mejores. Prefiero pagar un poco más por la marca de siempre a elegir una marca blanca que no me satisfaga.
En casa nos gustan a todos. Fueron los primeros caramelos que les di a las niñas. Al ser masticables son mucho más seguros para las niñas y niños de corta edad.
Estos Sugus de Mars se comercializan en bolsas de 1 kilo que cuestan 14,65 euros. No son nada baratos, pero tampoco son más caros que otros caramelos que nos parece que están mejor de precio porque vienen en bolsitas pequeñas. Viene a ser lo mismo. Miras el precio por kilo y lo tienen disparado, sobre todo desde que se ha desatado la inflación tras la pandemia.
Pese al precio, los seguimos comprando. Nos gustan tanto que nos zamparíamos entre los cuatro el paquete en una sola sentada. Pero no son nada sanos en exceso. Miras la composición y te marean los azucares añadidos que llevan. Por eso están tan ricos. Les notas el zumito de fruta en el paladar según vas mordiendo.
Sus ingredientes son: Jarabe de glucosa, azúcar, aceite de palma (nada sano), acidulante ácido cítrico, zumo de fruta concentrado 0,5%(naranja, piña, cereza, limón, fresa), almidón modificado, dextrina, aromas, maltodextrina, emulgente lecitina de soja, colorantes rojo de remolacha, beta-caroteno.
Os recomiendo estos caramelos masticables. Son los sugus de toda la vida solo que en bolsa grande. Este formato familiar da mucho si sabes repartir.
El envase es una bolsa de color amarillo. Es un envase muy llamativo y alegre que invita a comprar. Por una parte transparente puedes ver los caramelos dentro perfectamente envueltos en sus papelitos.
Los hay de limón, naranja, piña, cereza, fresa, pero no busques de menta porque no los hay. Solo tienen sabores alegres que endulzan todavía más que el azúcar que les añaden. Echo de menos unos sugus sin azúcar. Los compraría sin pensarlo dos veces aunque fueran más caros.