Los libros de terror no son de mi agrado, pero acabo leyendo alguno porque me los regalan. El último que leí fue La Caída de la Casa Usher, un cuento de Edgar Allan Poe que tiene una serie en Netflix.
Los protagonistas del relato son Roderick Usher y su hermana. Viven en la misma casa. Se supone que la hermana va a pasar toda su vida cuidando a Roderick, pero fallece. Ha quedado vivo el hermano enfermo.
A partir de ahí el autor deja desatada su imaginación y va escribiendo una trama que te engancha aunque no te guste la temática de terror.
El libro es muy triste. Todo es pena: los dos hermanos enfermos, una casa en ruinas, una amigo triste narrando la historia. Deprime. No sé cómo fui capaz de acabarlo.
El final del cuento es típico del autor. Es de esos finales que te sorprenden un poco por el giro, pero, si lo piensas, casi es predecible en este relato de terror psicológico.
A lo largo de la trama el terror del protagonista por ser enterrado vivo te inquieta. Es como si te pegara sus miedos. Estos miedos se incrementan cuando fallece la hermana y el pobre hombre acaba pensando que está viva en su tumba. Pura fantasmada.
Pero la fantasmada mete miedo. Se te pegan tanto los miedos que te horrorizas leyendo lo que este hombre tiene en su cabeza enferma. Es obvio que padece una enfermedad mental. Allan Poe habla de enfermedad sin diagnosticar. Es una locura de libro.
La hermana también está enferma. Allí todo el mundo anda tocado de una cosa o de otra. Sentí pena por la hermana. Es tal cual la figura de la cuidadora que no se cuida y la acaba palmando antes del enfermo que atiende.
Pese a todo os lo recomiendo. Puestos a leer sin saber a qué echar mano, casi es mejor decantarse por el libro de un autor famoso. Así podrás presumir de haber leído a Allan Poe.