Me encanta Portugal. Por eso vamos mucho al país vecino. En los últimos tiempos estamos yendo a hacer senderismo porque es una manera de conocer la naturaleza portuguesa in situ. Así con mi suegra fuimos a Pitoes das Júnicas en la Serra do Gerês.
Queríamos hacer un sendero que cruza parte de la Serra do Gerês. Son unos cuatro kilómetros de caminata. Afortunadamente, los llevé bien. Me había estado reparando en el gimnasio durante una semanita. De no ser así, hubiera desfallecido.
Este sendero comienza en Pitoes das Júnicas, un pueblo muy rural que tiene su encanto. Pero la ruta causa respeto al salir del mismísimo cementerio de la localidad. Mi suegra se santiguo tres veces.
Fuimos andando en silencio y llegamos a las ruinas románicas de un monasterio. Aquello era muy triste. Ver un edificio derrumbado te derrumba la moral. Mi marido intentaba animarnos hablando de la vida que llevaría la gente del monasterio en su día a día.
No creo que fueran muy felices en el siglo XII. No tenían ningunas comodidades. Al lado del monasterio está la iglesia de Santa María das Júnicas. Aún está en pie. Parece que la iglesia la cuidaron más porque era más fácil de mantenerla que el edificio enorme del monasterio.
Después de parar en la iglesia echamos a andar con más entusiasmo. Aún nos quedaba un buen trecho y faltaba lo más bonito de la ruta: el mirador de la cascada. Mi marido decía que era más bonito cuando llovía. Crucé los dedos. No quería que lloviera.
Las fotos en el mirador nos salieron preciosas. Las vistas eran espectaculares. Pero reconozco que daban vértigo aquellas alturas. La naturaleza se había afanado en volver aquel trozo de paisaje salvaje.
Hasta la pasarela que había por allí era salvaje. Mi suegra dio un resbalón en la pasarela de madera y casi rompe todos los huesos que le quedan sanos. No pasó nada, pero el susto no se lo quitó nadie del cuerpo.
Os recomiendo la ruta de la Serra do Gerês en Pitoes das Júnicas. Cada día más gente se apunta a hacerla. Solo son 4 kilómetros y no cansa mucho. Eso sí, lleva calzado apropiado. La pasarela de madera tiene un pavimento que resbala mucho. Que a nadie le pasé lo que le pasó a mi suegra. Quedó en un sustito, pero puedo ser un sustazo con consecuencias.