La pésima escuela de la Asociación de Empresarios de hostelería de
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Scarlett2000
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Acerca de:Escuela de Hostelería Álvaro Cunqueiro [La Coruña]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Una mezcla de cocina tradicional con cocina de élite es lo que pretenden hacer los responsables de la Escuela de cocina Álvaro Cunqueiro de La Coruña. Pero una cosa es pretender y otra cosa es lograrlo.
Lo único que consiguen es hacer unos platos sobrados de cebolla y muy complicados. Una simple tortilla de patatas te la complican de tal manera que acabas odiando la tortilla. Pueden hacerte pasar una tarde preparando la dichosa tortilla, muy diferente de la que preparas en tu casa.
Yo, que fui alumna de esta escuela de cocina quedé harta. Me agobiaba la competición que organizaba el profesor de cocina entre el alumnado. Pero la culpa no era solo del profesor sino que era de los responsables de la escuela. Como son una asociación de empresarios de hostelería prentenden formar personal sumiso que trabaje como los esclavos anteriores al siglo XIX.
No aprendí nada. Más bien desaprendí todo. Salí de la escuela con una depresión. Veía que mis compañeros y compañeras competían como si estuviéramos en un Masterchef cutre. Yo no podía. Me bloqueaba. Me quedaba enredada en los ingredientes de las recetas y no entendía nada.
La escuela de cocina Álvaro Cunqueiro se ha especializado en la impartición de cursos para desempleados y desempleadas. También tienen algún curso para emigrantes retornados o hijos de emigrantes. Todo se lo paga la Xunta de Galicia. No tienen un curso al que el alumnado vaya feliz pagando.
Las instalaciones dejan bastante que desear. Tienen un aula en el que la calefacción o brilla por su ausencia o brilla como el calor en la sauna. En esa aula no hay dispositivos electrónicos. Pretenden que sea el alumnado el que lleve un smartphone con conexión a Internet. Si no tienes un móvil inteligente, puedes quedar bastante descolgada en alguna clase teórica.
La cocina carece de vestuarios. Tampoco hacen mucha falta porque no dan el uniforme completo de cocineros. A nosotros nos dieron un mandil y un gorro que apretaba muchísimo en la cabeza. Después hubo una protesta de una alumna y vinieron con los uniformes, pero no para todos. En concreto, la alumna de la queja no llevó su uniforme y su calzado antideslizante. La echaron del curso con una excusa de no asistir a clase.
Yo no os recomiendo la Escuela Álvaro Cunqueiro. Es una escuela que no te hace amar la cocina sino que odias hasta el olor a comida. Los profesores dejan mucho que desear. Había uno que su única formación había sido hacer un curso de cocina en la escuela. Con solo un cursillo lo pusieron a dar clase.
Los compañeros y compañeras suelen ser majos. Es gente que no tiene trabajo y va a hacer el curso de cocina para cobrar ayudas del paro. A muchos les resbala. Hacen bien. Se trata de coger el diplomilla y bye bye.
Sus cursos tienen un mes de prácticas. Los socios de la asociación abren sus puertas a los alumnos para que les trabajen un mes sin cobrar. La Xunta de Galicia está de acuerdo. Los alumnos se dejan la piel para terminar sin conseguir empleo en esas prácticas.
Los principales cursos que tienen son el de Cocina y el de Operaciones básicas de cocina. El de Cocina dura ocho meses. El otro curso dura como la mitad de tiempo. Ninguno es recomendable.
Había alumnos del curso de cocina que habían hecho el Curso de Operaciones básicas de cocina. No habían encontrado trabajo con el curso sencillo y probaban suerte con el curso de los ocho meses. El resultado fue el mismo: no encontraron empleo.
Lo único que consiguen es hacer unos platos sobrados de cebolla y muy complicados. Una simple tortilla de patatas te la complican de tal manera que acabas odiando la tortilla. Pueden hacerte pasar una tarde preparando la dichosa tortilla, muy diferente de la que preparas en tu casa.
Yo, que fui alumna de esta escuela de cocina quedé harta. Me agobiaba la competición que organizaba el profesor de cocina entre el alumnado. Pero la culpa no era solo del profesor sino que era de los responsables de la escuela. Como son una asociación de empresarios de hostelería prentenden formar personal sumiso que trabaje como los esclavos anteriores al siglo XIX.
No aprendí nada. Más bien desaprendí todo. Salí de la escuela con una depresión. Veía que mis compañeros y compañeras competían como si estuviéramos en un Masterchef cutre. Yo no podía. Me bloqueaba. Me quedaba enredada en los ingredientes de las recetas y no entendía nada.
La escuela de cocina Álvaro Cunqueiro se ha especializado en la impartición de cursos para desempleados y desempleadas. También tienen algún curso para emigrantes retornados o hijos de emigrantes. Todo se lo paga la Xunta de Galicia. No tienen un curso al que el alumnado vaya feliz pagando.
Las instalaciones dejan bastante que desear. Tienen un aula en el que la calefacción o brilla por su ausencia o brilla como el calor en la sauna. En esa aula no hay dispositivos electrónicos. Pretenden que sea el alumnado el que lleve un smartphone con conexión a Internet. Si no tienes un móvil inteligente, puedes quedar bastante descolgada en alguna clase teórica.
La cocina carece de vestuarios. Tampoco hacen mucha falta porque no dan el uniforme completo de cocineros. A nosotros nos dieron un mandil y un gorro que apretaba muchísimo en la cabeza. Después hubo una protesta de una alumna y vinieron con los uniformes, pero no para todos. En concreto, la alumna de la queja no llevó su uniforme y su calzado antideslizante. La echaron del curso con una excusa de no asistir a clase.
Yo no os recomiendo la Escuela Álvaro Cunqueiro. Es una escuela que no te hace amar la cocina sino que odias hasta el olor a comida. Los profesores dejan mucho que desear. Había uno que su única formación había sido hacer un curso de cocina en la escuela. Con solo un cursillo lo pusieron a dar clase.
Los compañeros y compañeras suelen ser majos. Es gente que no tiene trabajo y va a hacer el curso de cocina para cobrar ayudas del paro. A muchos les resbala. Hacen bien. Se trata de coger el diplomilla y bye bye.
Sus cursos tienen un mes de prácticas. Los socios de la asociación abren sus puertas a los alumnos para que les trabajen un mes sin cobrar. La Xunta de Galicia está de acuerdo. Los alumnos se dejan la piel para terminar sin conseguir empleo en esas prácticas.
Los principales cursos que tienen son el de Cocina y el de Operaciones básicas de cocina. El de Cocina dura ocho meses. El otro curso dura como la mitad de tiempo. Ninguno es recomendable.
Había alumnos del curso de cocina que habían hecho el Curso de Operaciones básicas de cocina. No habían encontrado trabajo con el curso sencillo y probaban suerte con el curso de los ocho meses. El resultado fue el mismo: no encontraron empleo.
Fecha:17:57:02 23/02/24
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Votos:no disponible.
Categorías:Educación
Etiquetas:cocina, cursos, formación, escuelas, hostelería
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