Si tuviéramos que elegir un juego entre tantos y tantos que Zelda nos ha proporcionado sin duda me quedaría con Zelda: Oracle of Seasons, pues es como describiré a continuación un juego muy completo con muchas aventuras y misterios pero que se diferencia de los demás por su forma de plantear el entorno.
Como todos los juegos de Zelda, este posee una aventura que es salvar al mundo de un propósito maligno por parte de alguien, en este caso de Onox.
Tendrás, como en cada una de las sagas, que atravesar diversos misterios y enigmas a través del mundo y derrotar a numerosos enemigos con distintos tipos de armas y objetos.
La peculiaridad de este juego es como se desarrolla la aventura. La historia comienza secuestrando a una chica, esa chica tiene el poder de cambiar las estaciones del año y tendremos que recuperar el centro que le han robado para poder recuperar el tiempo normal y todo volver a su naturaleza.
Tendremos que hablar con el árbol Maku y este nos aconsejará qué hacer y como recuperar el cetro.
Lo que hace distinto por lo tanto a este juego respecto a los otros es que nos tendremos que valer del cambio de estación para tomar un lugar u otro para avanzar en nuestra aventura.
Por ejemplo, en invierno hay bloques de nieve que nos taparán muchos caminos a los que no podremos llegar y otros que nos valdrá para atravesar esta por encima y ayudarnos de ella.
En primavera hay plantas que crecen y ramas por las que podremos trepar y ayudarnos de ella.
En verano están todos los riachuelos secos y por donde antes era imposible pasar ahora si lo es.
Y en otoño, los árboles no tienen hojas y hay menos matojos que nos dificulten nuestro avance.
Es decir, es un juego muy chulo que tendremos que imaginarnos cada dos por tres cual estación de tiempo nos vendría mejor y qué nos convendría más etc.
Sin duda en mi opinión es el mejor juego de Zelda pues consigue combinar a la perfección los cambios de clima con el fin en si que se quería sacar con ellos que es modificar el viaje nuestro y nuestra aventura.