EL AUTOR o las ideas tras la prosa:
El autor de Robinson Crusoe es Daniel Dafoe, inglés del siglo XVII. Podríamos hablar mucho de sus aventuras y desventuras, pero creo que lo que más nos interesa es saber que nos encontramos ante un autor imbuido de la mentalidad barroca, allí donde el germen de la política y las aventuras comienza sus pasos.
Defoe escribió más obras empleando el personaje de Robinson Crusoe, pero será esta primera la más conocida de sus obras, siguiéndola en segundo lugar Moll Flanders, llevada también (aunque, a mi parecer, de una manera demasiado comercial y anodina) al cine.
LA OBRA o una novela largamente imitada:
Todos sabemos ya la historia de Robinson Crusoe, hombre que tras el naufragio de su navío se encuentra en una isla desierta. La historia en sí está basaba en dos historias acaecidas pocos años antes de salir a la luz la novela: dos náufragos que consiguieron sobrevivir y ser rescatados tras pasar unos años en una isla desierta. Estas dos historias fueron la idea, al igual que Dafoe generó con esta novela un pilar para las novelas de aventuras de Verne (Los hijos de capitán Grant) o de Stevenson (En los mares del Sur) hasta las más recientes de García Márquez (Relato de un náufrago). No será por naufragios, pues ya era tema de las “telenovelas” griegas, donde ¿qué mejor forma de reaparecer en escena tras lloros y llantos que sobrevivir a un naufragio?
El tema de Robinson Crusoe saltará al celuloide, donde ha habido hasta una serie de televisión, siendo protagonizado el personaje como tal o un remedo por Tom Hanks o Pierce Brosnan.
No quiero destripar la novela, porque como en casi todas la obras lo que ampliamente se conoce en un retazo de lo que realmente nos dejó el autor. Así, si bien tenemos un náufrago a lo MacGyver en una isla desierta y ya todos conocemos que pronto encontrará a un “indígena” al que llamará Viernes y que tras apuros y peripecias al final será salvado por el esperado barco... ¿qué más nos aguarda en la novela?
Pues la obra es bastante extensa, pero lo que vamos a encontrar van a ser descripciones y narraciones de las aventuras: olvidémonos de una inmersión en el pensamiento del naufrago. Porque si bien esta obra es el diario que escribe Robinson durante sus años en la isla, casi no plasma en él sus angustias. Y, la verdad, seguro que su cabeza estaba bien llena de ellas, pues en esa época ya no es que no hubiese GPS al estilo Lost sino que ni siquiera tendrían noticias del naufragio, ¡como para esperar una misión de rescate!
Así, Robinson va plasmando, básicamente, lo que va haciendo para sobrevivir y los sucesos (generalmente, desastres) que vive en la isla. Y ya es bastante, porque el señor Crusoe se pasará la friolera de 28 años disfrutando de arena y palmeras.
Como historia, o aventura, es una obra interesante. Si bien hay obras expurgadas, adaptadas al lenguaje infantil con sus dibujitos y todo... no las recomiendo más que para eso, niños. Porque aunque la obra sea barroca no por ello es difícil de leer. Eso sí, no esperemos gran velocidad (bueno, son 28 años en una obra breve, ¡qué más queremos!), porque ya descripciones a más no poder: que si recojo tales herramientas, que si me hago una choza, que si mira esto a ver si se puede comer.... Pero también pasan aventuras y, como digo, no es el relato introspectivo de los pensamientos y comeduras de tarro de 28 años del náufrago. Una buena novela, la evolución psicológica de un hombre enfrentado a la soledad. Pero quien busque en esta obra un desarrollo de Tom Hanks hablándole al coco, que cierre filas y se retire. Porque esta obra no conlleva desesperación, es más una obra positiva.
Yo recomiendo adentrarse en la obra tal y como la escribió su autor, si no tanto en el idioma original sí en manos de una buena traducción y, desde luego, en una obra que esté completa. Porque eso de que otros decidan desprender de la obra los fragmentos más tediosos a su parecer o lo que decida su entender... pues como que no. Bastante hubo ya con la Celestina, que arramplaron con cuatro capítulos así de buenas a primeras y aún hoy en día hay que andarse con ojo de elegir la edición no expurgada.
Y dicho esto, aclararé que no es que se eliminen palabras difíciles o pasajes lentos, sino que con la lectura de la obra completa podremos ver que hay detalles subyacentes en toda la obra. Temas más allá de la historia de un náufrago, como la idea paternalista del colono frente a indígena e “inculto” Viernes, la religión o mismo la política. Son ideas que, si bien un adolescente irá tras la aventura también podremos madurar sobre otros aspectos de la época. Y no desvelo más, porque las sorpresas habrá de desvelarlas el libro mas no yo.
UNA CONCLUSIÓN o la idoneidad del libro:
Como ya he dicho, con haber visto la película no es suficiente. Sí para la historia general, pero quedan muchas cosas en el tintero.
Es una obra apta para todas las edades, digamos que a partir de los 15 ya se puede absorber bien la enjundia de la obra. Además de que en esa edad gustan mucho las obras de aventuras tipo Verne, pues es un buen libro para iniciarse en los clásicos.
Para mí es una obra fácil de leer, una obra que a lo largo de los años no desmerece una segunda o tercera lectura. Por lo que tampoco está de más como adquisición para la biblioteca particular de cada cual.
Otra cuestión a su favor es que es muy sencilla de encontrar y el precio es muy asequible, no digamos ya si buceamos en las librerías de viejo.
¿Conclusión? Una buena compra, una buena lectura. Y si podemos ofrecerla a un adolescente, aún aprovecha más (sin menoscabo de que los adultos puedan disfrutarla igualmente, pues abarca enjundias más allá de la simple aventura). Sí, totalmente encomendada. Un clásico imprescindible.