“El resplandor” es una novela de Stephen King que se encuentra entre las más conocidas de su bibliografía.
Nos situamos en el hotel Overlook, allí llegan los tres miembros de una familia que arrastran una serie de problemas.
El padre es un hombre que ha tenido problemas de alcoholismo y que parece que los ha ido superando. Quería ser escritor, pero no ha conseguido triunfar en el mundo literario. Encima había perdido su empleo. Tiene que conformarse con el trabajo de vigilante del un hotel alejado de las casas y sitiado por la nieve durante el invierno.
La madre es una ama de casa a la que la situación se le escapa de las manos. No es feliz en su matrimonio y quiere divorciarse. Decide, de momento, darle a su marido una nueva oportunidad.
El hijo es un niño de sólo 8 años que manifiesta una serie de poderes. Tiene lo que su abuela califica como el resplandor. El joven Danny es capaz de prever lo que le sucederá en el futuro inmediato. Ahora teme que sus pesadillas se hagan realidad, tal como va a suceder nada más se instalen en el hotel.
Allí el niño se hará amigo del cocinero del hotel. El hombre lo anima a comunicarse con él por medio del resplandor. Acudirá en su ayuda cuando lo necesite. Lo único que tiene que hacer es no entrar en una habitación que le señala con su correspondiente número.
Las cosas irán de mal en peor para la familia. El padre pierde la cabeza por completo. La madre se muere de miedo al lado de un hombre que es un peligro para la vida de quienes lo rodean. Fuera nieva, no se puede escapar del hotel y esto transmite al lector un auténtico agobio. Es una situación claustrofóbica magistralmente relatada por King.
La novela mejora en cada página. King se para en describirnos el hotel y el paisaje que rodea al edificio con todo detalle. No ahorra tampoco palabras para contarnos los cambios que experimenta el padre de familia dentro del hotel.
Al final parece que tienen razón los vecinos cuando decían que se veían imágenes horribles dentro del hotel a causa de los crimenes que se habían cometido en el mismo en el pasado.
La novela merece la pena ser leída. Me gustó incluso más que la maravillosa película que protagonizó Jack Nicholson interpretando a Jack Torrance. Con un ritmo rápido te va contando una auténtica pesadilla hasta llegar a un final de morderse las uñas. No tiene desperdicio.