Al margen de las odiosas comparaciones con Titanic (también protagonizada por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio) o con American Beauty (también dirigida por Sam Mendes), Revolutionary Road es una película muy interesante. Y es que da gusto ver cine que incite a pensar y vaya más allá de las meras pretensiones recaudatorias.
La Winslet, interpreta en Revolutionary Road a April Wheeler, una aspirante a actriz que abandona sus aspiraciones artísticas para convertirse en esposa, madre y ama de casa en un barrio residencial de las afueras de Nueva York, concretamente en los idílicos paisajes de Connecticut, en el llamado "Camino de los Revolucionarios" (de ahí el nombre de la película).
Transcurre el año 1955 y Frank, el trajeado y políticamente correcto marido de April, trabaja en una oficina en Manhattan. Su vida es rutinaria y la única emoción en su vida la ponen las secretarias de su empresa con las que de vez en cuando se acuesta...
La pareja Frank/April me cayó especialmente simpática desde el principio. De puertas para fuera, Frank y April parecen afortunados, son el sueño americano en carne mortal(American Way of life). Pero de puertas adentro, son un par de frustrados, hastiados y desengañados con su vida.
Los actores protagonistas están magníficos en sus papeles, la Winslet está de sobresaliente y Leo DiCaprio se come la pantalla a bocados. Lo que ha madurado esta pareja desde Titanic... No sé en qué pensarían los miembros de la Academia Norteamericana de Cine cuando ni siquiera les nominaron a los Oscar por sus interpretaciones en este filme.
Kathy Bates y Michael Shannon son los principales exponentes de un plantel de secundarios de lujo.
A este filme sólo puede achacársele que es lento, duro y bastante deprimente, pero unos magníficos música, fotografía y vestuario compensan con creces lo reiterativo y predecible que resulta su guión.
En definitiva, Vía Revolucionaria,es una película que no te dejará indiferente, que te hará sentir, te hará llorar, te hará reír... en resumidas cuentas: te emocionará.