Colmenar de Oreja es un pintoresco pueblo de la provincia de Madrid, que tiene unos cinco mil habitantes. Está a sólo 5 km. de Chinchón, y personalmente creo que tiene muchas similitudes con ese pueblo.
Colmenar de Oreja tiene un patrimonio monumental importante, en el que destacan su espectacular Plaza Mayor y unos vinos de renombre que han resultado ganadores en muchos certámenes vinícolas, especialmente los blancos.
Uno de los rasgos del pueblo que más llama la atención a los foráneos es la abundancia de bodegas y ventas de vino que hay en él. Modernas o tradicionales, se encuentran por toda la localidad: en la Travesía de San Juan, en las Calles Convento, Arco y Soledad y en la Bajada de las Monjas. Prácticamente todas pueden ser visitadas por el público, incluso los fines de semana por la mañana. Estas visitas permiten desviarse un poco de los itinerarios turísticos tradicionales de los catálogos de turismo, de ahí su interés.
Otra alternativa es conocer los antiguos hornos de tinajas, como el de la Calle Casas Quemadas, que permite comprender cómo se trabajaba el barro antiguamente, y cuya producción de antaño se destinaba prácticamente en su totalidad a las bodegas que proliferan en la comarca de las Vegas.
Las famosas canteras de piedra blanca, en la carretera de Valdelaguna, son otra opción interesante. Su acceso es libre y gratuito. La piedra blanca se empleaba tanto en construcciones del pueblo (Plaza Mayor, Iglesia Parroquial y Ermita del Patrón), como fuera de él (Catedral de la Almudena, Palacio Real de Madrid, Palacio de Aranjuez, etc…).
La plaza, el convento, la iglesia, el teatro, el museo y el resto de los tesoros artísticos están muy juntos en Colmenar de Oreja. La Plaza Mayor es castellana, de planta cuadrada, con soportales de piedra y madera y balcones de una altura. Allí se celebran el 11 de septiembre los festejos taurinos de la Virgen de la Soledad, durante los cuales tienen lugar unas famosas carreras de gallinas y burros. Hasta hace unos años allí también se celebraba el famoso concurso de gritos de Colmenar de Oreja, que en la actualidad ya no se hace. Tanto las calles del pueblo como la Plaza han sido escenario del rodaje de varias películas y series de televisión.
Desde la plaza se observa el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa María la Mayor, cuyos planos son obra de Juan de Herrera y que se llama de esta forma con toda la razón. Tiene una única nave y una torre cuadrada.
Cerca de la Plaza, se encuentra la Ermita del Cristo del Humilladero, patrono del pueblo.
En el aspecto monumental, sólo queda mencionar el Convento de las Agustinas Recoletas (siglo XVII) y el Museo Municipal Ulpiano Checa, pintor nacido en el pueblo, que abre los fines de semana en horario de mañana y tarde.
Sin duda, recomiendo una escapadita a este pintoresco pueblo en el que se pueden comprar ajos, miel y vinos al mismo tiempo que disfrutar de su ingente patrimonio cultural.