La Cruz Blanca es un bar que ha sufrido varias renovaciones a lo largo de los años para mantener un aspecto moderno y actualizado, pero siempre conservando su cocina y su plato estrella, al menos para mí, y por lo que normalmente he ido ha sido por sus tortillas de patata variadas.
Hay de todo tipo, a cada cual más rica. Desde la típicas de jamón y queso o bonito con mayonesa, hasta más elaboradas como la vegetal, boloñesa o gulas. Todas buenísimas, con la patata poco ligada y no muy hechas, con lo que quedan de lo más jugoso. El único inconveniente es el precio. No son precisamente baratas, aunque no es un precio escandaloso. Está un poquito por encima de la media aunque hay que reconocer que la calidad está muy por encima, así que es altamente recomendable.
Pero la Cruz Blanca no son sólo sus tortillas de patata, sino que tiene raciones frías y calientes. Croquetas, pimientos, patés… Nunca he comido allí, sólo he desayunado a base de tortilla o he estado por la noche tomando vinos o cañas, pero hay un espacio con mesas que está perfectamente integrado en el local para sentarse a comer. No hay demasiadas mesas ni éstas son muy grandes, por lo que no lo veo adecuado para grandes grupos, pero es ideal para una pequeña reunión de amigos o una cena en pareja, ya que las mesas están bastante aisladas entre si, con paneles de madera para dar intimidad a los comensales. Lo malo es que comparten espacio con la alargada barra y es una cervecería que se pone hasta los topes, con lo que el ruido es bastante alto y los que se sientan a comer o cenar no podrán mantener una conversación muy íntima.
La atención al cliente no es para tirar cohetes. La simpatía de los camareros es más bien escasa, pero todos hacen su trabajo con diligencia y efectividad, así que no hay queja alguna por mi parte.
Debido a las renovaciones sufridas, el establecimiento da la impresión de limpio y nuevo, con una decoración en negro y blanco (al menos por ahora).
Por último hablaros de su ubicación, perfecta para los que están por el centro o salen de marcha ya que está por la zona de copas. Sin embargo, si quieres acercarte en coche, sobre todo en la noche de los viernes y los sábados prepárate a dar vueltas para aparcar porque hasta el aparcamiento de pago (sólo hay uno en un radio de 500 metros) resulta insuficiente. Es mejor acercarse en transporte público, sobre todo para los que no conocen la zona.