Una buena marisquería
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Acerca de:Restaurante Cal Joan [Tarragona]
Ventajas:Mucha calidad
Desventajas:Nada
Se trata de contar mi experiencia y la de personas que me acompañaban. Comimos muy bien y salimos satisfechos del trato recibido. Eso creo que habla a favor de este restaurante Cal Joan situado en el corazón del Serrallo, el barrio pescador de Tarragona. Su propietario, el señor Joan es muy agradable y se deja ver bastante con los clientes.
Eso sí, se necesita ir concienciados de que tenemos que llevar la tarjeta preparada o la cartera bien completa. No es barato, ni mucho menos. De todos modos, ¿dónde dan barato y bueno?
Señal de que su fama está bien extendida, es que aunque está un poquito escondido, no en una calle principal, resulta que siempre está lleno de gente, incluso a veces no hay mesa ya para poder comer, lo que recomiendo siempre hacer una reserva con antelación para no llevarse un disgusto.
Se trata de un pequeño restaurante marisquería con bastante categoría en el que nos ofrecen platos a la carta. El local es de una sola planta. A la entrada tenemos una especie de recepción y una señorita que controla las reservas, la caja o atiende a nuevos clientes.
Se puede ver también en la zona central la barra y, detrás de ésta, la cocina donde se preparan estos maravillosos platos de pescado. La decoración es sencilla pero elegante, con un aforo de 60 personas aproximadamente.
Cuando llegamos era temprano y no había demasiada gente, así que entre dos camareras enseguida se ocuparon de todo y nos sirvieron de maravilla. Comenzamos con unos aperitivos para abrir boca: calamares a la roma, mejillones al vapor, una ración de pulpo a la gallega y almejas a la marinera. Para comer un arroz con bogavante delicioso.
No obstante, he de decir que hay una carta muy abundante, tanto en pescado, marisco o carnes. Y las raciones de cualquier cosa que se pide son así mismo grandes y bien completas.
La paella estaba de muerte, a mí me gusta muchísimo, es uno de los platos típicos de esta zona del Mediterráneo, y cuando voy a un sitio como este o parecido, me aprovecho para degustar esta exquisitez culinaria.
Los postres son tentadores, pero yo soy de las que me tomo café y punto. La me llega con la comida para pasarme tres pueblos de lo que debería. Algunos pidieron helados y otros tarta me parece que de chocolate y nata.
En cuanto a llegar al restaurante, si se va dando un paseo lo encontraréis rápido en la calle Espinac. Si se va en coche, hay un aparcamiento del ayuntamiento muy cerca, a la entrada del Serrallo, al lado del puerto, así que sin problemas.
Eso sí, se necesita ir concienciados de que tenemos que llevar la tarjeta preparada o la cartera bien completa. No es barato, ni mucho menos. De todos modos, ¿dónde dan barato y bueno?
Señal de que su fama está bien extendida, es que aunque está un poquito escondido, no en una calle principal, resulta que siempre está lleno de gente, incluso a veces no hay mesa ya para poder comer, lo que recomiendo siempre hacer una reserva con antelación para no llevarse un disgusto.
Se trata de un pequeño restaurante marisquería con bastante categoría en el que nos ofrecen platos a la carta. El local es de una sola planta. A la entrada tenemos una especie de recepción y una señorita que controla las reservas, la caja o atiende a nuevos clientes.
Se puede ver también en la zona central la barra y, detrás de ésta, la cocina donde se preparan estos maravillosos platos de pescado. La decoración es sencilla pero elegante, con un aforo de 60 personas aproximadamente.
Cuando llegamos era temprano y no había demasiada gente, así que entre dos camareras enseguida se ocuparon de todo y nos sirvieron de maravilla. Comenzamos con unos aperitivos para abrir boca: calamares a la roma, mejillones al vapor, una ración de pulpo a la gallega y almejas a la marinera. Para comer un arroz con bogavante delicioso.
No obstante, he de decir que hay una carta muy abundante, tanto en pescado, marisco o carnes. Y las raciones de cualquier cosa que se pide son así mismo grandes y bien completas.
La paella estaba de muerte, a mí me gusta muchísimo, es uno de los platos típicos de esta zona del Mediterráneo, y cuando voy a un sitio como este o parecido, me aprovecho para degustar esta exquisitez culinaria.
Los postres son tentadores, pero yo soy de las que me tomo café y punto. La me llega con la comida para pasarme tres pueblos de lo que debería. Algunos pidieron helados y otros tarta me parece que de chocolate y nata.
En cuanto a llegar al restaurante, si se va dando un paseo lo encontraréis rápido en la calle Espinac. Si se va en coche, hay un aparcamiento del ayuntamiento muy cerca, a la entrada del Serrallo, al lado del puerto, así que sin problemas.
Fecha:16:04:52 21/05/10
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
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